Francisco Camps acudía al Foro ABC en plena tormenta política por el Caso Correa y los presuntos regalos de trajes. Ángel Expósito, director de ABC, le preguntó por la cuestión. "Señor Camps, ¿se paga usted sus trajes?" "Por supuesto que me pago mis trajes", respondió en una grabación que pasará a los anales de la historia de la política.
Ahora, el juez no es el que pregunta, sino el que duda de que el señor Camps se pague sus trajes. Y va a preguntárselo, no como Ángel Expósito en una agradable comida, rodeado de prensa y amigos, sino ante un jurado.
Más allá de lo que suceda, está claro que si Camps no mintió, ha estado muy cerca, muy cerca. A mí es lo que me más me sorprende de todo esto es la caradura, la capacidad de mentir. Veías al señor Camps y se indignaba todo cuando le preguntaban por los trajes. Su jefe de partido, Mariano Rajoy le ofreció el apoyo en todas las posturas imaginables, muchas más que las del Kamasutra, y el punto siguió tan tranquilo. No le tembló ni el flequillo. En todo este tiempo, ni un gramo de mala conciencia le ha hecho dudar., ni un temblor, ni nada de nada. Ni una llamada a Rajoy. "Oye Mariano, no me apoyes tanto que algún regalo he cogido". Me recuerda a ese marido infiel que sorprendido por su legítima paseando por Madrid con su amante empezó a hablar en ruso para negar que él era él. No sólo es traten de reírse de los ciudadanos, de tomarnos el pelo. Es que ejercen de seres superiores, vamos, que ni Florentino. La casta de mi apreciado Westerman.
Hay políticos que se creen por encima del bien y del mal, que nadie les va a controlar nunca nada. Un ejemplo claro es Camps, Bárcena y tantos otros como ellos.
ResponderEliminartantos otros como ellos
ResponderEliminarLas 11 de la noche y Camps sin dimitir.
ResponderEliminarHa salido alguien comparando los regalos recibidos por Camps con las anchoas que recibe ZP del presidente de Cantabria y otro para compararlo con el regalo que unos empresario le hicieron a SM el Rey (nada menos que un yate).
Puede que las anchoas (se las ha regalado varias veces) hayan salido más caras.
Otro día hablamos de los regalos que reciben los médicos de sus pacientes, eso es recibir regalos en función de un trabajo público.
Todo es un escándalo.
W.
W, como siempre sucede, todo es muy complicado.A los políticos, por su privilegio y poder, se les reclama una exigencia ética mayor. Después de todo, gestionan el dinero de todos. Si una persona se encuentra agradecida por el trato recibido, ¿por qué no puede dar un detalle a un médico, o a un periodista, al terminar un tratamiento o ver un artículo publicado? Y se dan tanto en el campo privado como en el público.
ResponderEliminarSupongo que no se deberían dar ni a médicos ni a periodistas porque, aunque se den de buena fe y sin ninguna otra intención, sí que puede influir en el trato recibido, cosa que no debería ocurrir, no es lo mismo influir en el trato que recibas del camarero de un bar, que del de un periodista. Pero claro, estamos generalizando, lo de la casta es otra cosa muy distinta.
ResponderEliminarNi a los diseñadores gráficos.
ResponderEliminarYa puestos.
W.
Sí, a los diseñadores si vale, que no hay influencia perversa, somos como los camareros :-) -a ver si cuela, que a mi nunca me regalan nada-
ResponderEliminarSi Daniel, tienes razón, pero no seas vago, escribe un poco más;
ResponderEliminarChaves, Sainz, todos los alcaldes socialistas del PSOE en las localidades madrileñas, ....
En EEUU, los periódicos fijan normas sobre los regalos que se pueden admitir. Es un tema complejo y que alguna vez hay que abordar.
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