Otra progresía es posible. Al menos así nos lo demuestra el presidente Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay, que la semana pasada vetó el intento de aprobar una Ley del Aborto. Su discurso es impresionante y, además de felicitarle personalmente por su valor, lo podéis leer aquí.
El presidente Tabaré Vázquez milita en una coalición progresista, a la que debería mirar con simpatía nuestro gobierno que, sin embargo, navega en dirección contraria. Vázquez ha levantado su voz en defensa de quienes no la tienen, denunciando que el aborto es un homicidio, un asesinato vil y donde el único que ganan son las empresas que facturan las intervenciones.
Gracias, Tabaré por tu ejemplo y valor.
El presidente Tabaré Vázquez milita en una coalición progresista, a la que debería mirar con simpatía nuestro gobierno que, sin embargo, navega en dirección contraria. Vázquez ha levantado su voz en defensa de quienes no la tienen, denunciando que el aborto es un homicidio, un asesinato vil y donde el único que ganan son las empresas que facturan las intervenciones.
Gracias, Tabaré por tu ejemplo y valor.
Si eso es una republica, no me interesa. Lamentable un presidente de la republica veta una ley presentada por su partido y votada por mayoría en el parlamento, es verdad que mayoría “apretada” pero mayoría al fin y al cabo. La ley tampoco era muy progresista solo permitía el aborto en los tres primeros meses. En Uruguay solo se puede abortar en caso de violación y de peligro grave para la madre y existen según algunas fuentes 33.000 abortos clandestinos al año. Ciertas fuentes dudan de la veracidad de esta cifra y dan cifras sensiblemente mayores. La jerarquía de la Iglesia católica ha montado una campaña contra la ley sin precedente en America de Sur.
ResponderEliminarEso pensaba yo, estamos loando que un presidente vete una decisión de una mayoría parlamentaria porque su opinión coincide con la nuestra. No sé como entender esa idea, lo que sí parece una cosa obvia es que los conceptos religiosos ofusca un tanto el criterio, como para considerar acciones de ese tipo como positivas o considerar la neutralidad -que en muchos casos conlleva eliminar una serie de privilegios que tiene la iglesia católica- como un acto de agresión.
ResponderEliminarEl presidente de Urugay es elegido democráticamente y el veto lo formula conforme a su Constitución. La democracia se acepta con toda sus normas. Lo que no sirve es decir que el sistema no me gusta cuando va en contra de lo que yo considero correcto.
ResponderEliminarAhora mismo, la mayoría del Parlamento Español puede reformar la legislación del aborto en dirección contraria a lo que me gustaría. Pero no se me ocurre decir que no me interesa nuestro sistema de libertades. Si me interesa y lo que hago es exponer mis argumentos para tratar de convencer a suficientes personas para formar una mayoría.
Fernando, lo que creo entender que dice Manuel Colero es que un sistema parlamentario donde se permite el veto por parte de un sólo individuo -creo que ambos habíamos entendido que el veto estaba dentro de ese sistema legal, lo contrario sería una especie de golpe de estado-, no es realmente un sistema republicano.
ResponderEliminarAquí tampoco estamos para dar lecciones, claro, un sistema democrático con monarquía es un engendro digno del doctor Frankenstein.
Fernando, tiene razón Annie, es el sistema y es el único valido en Uruguay sin lugar a duda. Lo de la Republica era con un poco de “coña” se llame como se llame el veto personal de una sola persona no es muy alentador. Repito porque creo que se olvida veta una ley propuesta por su propio partido, el mismo que le hizo presidente de la republica.
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