lunes, 17 de noviembre de 2008

Caza de brujas

Agustín Caunedo debe aspirar a convertirse en el McCarthy, o cómo se escriba, asturiano. De lo contrario, no se explica esa iniciativa: chiringuitos socialistas. El político escupe boca arriba y se queda en el lugar. Sospecha contra toda la administración pública asturiana partiendo de la premisa de que todos los socialistas son corruptos.
Y, por desgracia para él, ese es un argumento falso. La proliferación de sociedades, empresas públicas, fundaciones y entes responde a la necesidad de gestionar la complejidad de la realidad. Someter la Televisión del Principado a las mismas normas que un ayuntamiento, el Museo de Bellas Artes a los mismos criterios que Establecimientos Residenciales de Asturias implica en la práctica no hacer nada o a un ritmo que los ciudadanos no estamos dispuestos a admitir.
Un partido mínimamente serio, y e PP debe aspirar a ello, sabe que lo público puede gestionarse bajo diferentes fórmulas y respondiendo a principios de legalidad, honestidad y eficacia. En Oviedo, por ejemplo, parte del éxito de Cinturón Verde se debe a su sociedad de gestión, donde también habas que obligaron a su disolución.
Un partido serio debe aspirar a lograr la confianza de los ciudadanos, no alimentar la demagogia fácil, sembrar la sospecha gratuita. El PP gobernó Asturias, aunque parece que se le olvida, y mantuvo lo que ahora llama chiringuitos porque sabían que eran necesarios.
La actitud de Caunedo es una carrera hacia el suicido político, una caza de brujas que muestra la cara más rancia e intolerante del Partido Popular asturiano.

3 comentarios:

  1. No hombre, lo que hay que pedir es que el PSOE haga algo similar y que salgan todos los trapos sucios :-)

    Bromas aparte, sí que hay una cosa un tanto incoherente, si se van trasladando responsabilidades a empresas privadas o a este otro tipo de entidades que estos llaman chiringuitos, a la vez debería ocurrir que las nóminas de los responsables politicos disminuyesen, pues tienen menos responsabilidades directas y, también, que la estructura administrativa adelgazase, pues hay menos trabajo directo y, teóricamente, menos gasto.

    Pero lo que suele verse es que la estructura básica se mantiene y, a la vez, se crean estructuras periféricas, de manera que la pirámide va creciendo hacia arriba sin que parezca tener fin.

    Ahora hay una "superestructura" para "dirigir", no sé si me equivoco, tres subestructuras: Laboral, Muja y la cueva de Tito Bustillo, lo que se multiplica en directores, secretarios, ¿asesores? funcionarios, instalaciones, sueldos, etc. Pienso que es necesario preguntarse hasta qué punto es útil -no digo que no lo sea-.

    La verdad es que cuando estoy de mal humor pienso que el objetivo real es crear puestos de "trabajo" para los cargos públicos que van saliendo y a los que hay que ir buscando acomodo, pero no quiero creérmelo.

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  2. Bueno, antes que nada te aclaro que Caunedo no es diputado y concejal, sino unicamente concejal; en el pasado, casi cuando era un adolescente, sí fue diputado.
    Por otro lado sí que me parece que mantiene una actitud iexplicable, exigiendo cuentas y criticando a determinados socialistas de enriquecerse con la politica: el señor Caunedo, lleva viviendo de la politica desde los 18 años (ya tiene cerca de 40) y no tiene estudios.
    Impresentable

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  3. Gracias al anónimo por la correción, rectifico en un periquete.

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