El gobierno desgasta, pero la oposición quema mucho más. Es un viejo axioma pronunciado por un político italiano que, en el Partido Popular asturiano, conocen de forma sobra. El Comercio informó ayer de una reunión en Candás de un grupo de críticos a la continuidad de Ovidio Sánchez. Por lo que sé, había de todo: desde militantes de base que aún creen que vale la pena luchar por la democracia a interna, a despistados sin olvidar los defenestrados de la actual directiva. Juan Morales se mantiene como referente. Y a uno le sorprende que le sigan aplaudiendo después de dejarles con el culo al aire en el último congreso regional. Roma no paga a los traidores, los condecora, que decía un colega. Ahí sigue con el juego, aunque a saber que réditos logra.
Más nervios en la dirección regional provoca la presencia de Pilar Fernández Pardo. Si ella se sumase a los críticos y encabezase una candidatura, el congreso se pondría más complicado. Aunque ya se sabe que con la democracia en los partidos en los niveles de nuestro país, eso tan sólo significa una victoria más ajustada para el actual equipo. En todo caso, Fernández Pardo busca asegurar más bazas para la negociación que se abordará en el mes que queda hasta el conclave.
Más que la presidencia regional del PP, lo que se juega es la futura candidatura a la presidencia del Principado. Y, ahí, dos nombres comienzan a sonar para sustituir a Ovidio Sánchez, al que se le ve bien como eurodiputado o bien en la presidencia del partido como un primun inter pares. Además de la cita Fernández Pardo, me cuentan que otro nombre bien situado es Joaquín Aréstegui, que sólo cuenta con el rechazo de los de casa que, por prudencia, se callan.
En fin, queda un mes divertido. ¿Con una oposición así, para qué preocuparnos por el gobierno?
Más nervios en la dirección regional provoca la presencia de Pilar Fernández Pardo. Si ella se sumase a los críticos y encabezase una candidatura, el congreso se pondría más complicado. Aunque ya se sabe que con la democracia en los partidos en los niveles de nuestro país, eso tan sólo significa una victoria más ajustada para el actual equipo. En todo caso, Fernández Pardo busca asegurar más bazas para la negociación que se abordará en el mes que queda hasta el conclave.
Más que la presidencia regional del PP, lo que se juega es la futura candidatura a la presidencia del Principado. Y, ahí, dos nombres comienzan a sonar para sustituir a Ovidio Sánchez, al que se le ve bien como eurodiputado o bien en la presidencia del partido como un primun inter pares. Además de la cita Fernández Pardo, me cuentan que otro nombre bien situado es Joaquín Aréstegui, que sólo cuenta con el rechazo de los de casa que, por prudencia, se callan.
En fin, queda un mes divertido. ¿Con una oposición así, para qué preocuparnos por el gobierno?
Ante el deficit de democracia interna en los partidos. Una pequeña élite, aunque muy desprestigiada como en el caso del P.P., ganan congresos con comodidad por su ferreo control del aparato partidista.
ResponderEliminarLograr las listas electorales abiertas sería un primer paso para compensar ese déficit que citas.
ResponderEliminarY sobre todo candidatos por distritos. Como en Inglaterra. Seria casi lo ideal.
ResponderEliminarLa pescadilla que se muerde la cola. Los que tienen la opción del cambio son los perjudicados por el cambio. El equilibrio de poderes debería ser también capaz de manejar estas cuestiones.
ResponderEliminarAlgo así como lo ya hablado por aquí con respecto a que los alcaldes sean las personas con el poder de asignarse sus sueldos. Un absurdo más.
En los ultimos años, se ha pasado de cobrar muy poco los politicos, a pasarse muchisimo con los sueldos asignados.
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