Diciembre para Elise
¿A dónde ha ido la primavera que conocimos juntos?
Yermas están las ramas de antaño,
pero yo he visto a tus manos apresar el tiempo invernal
y atemperar su lluvia, y volverlo amable.
Si sólo estas hojas glaucas y tristes del árbol del sueño,
si nada salvo la pena pudiera anegarme cuando la primavera se va,
cada uno de los días que gotean y acongojan dejaría de ser
un año desnudo y amargo en mi corazón.
En el invierno de mi corazón eras un árbol floreciente:
cuanto más tardaba, más dulce era la primavera;
eras el viento que la empujaba
hasta un jardín desolado.
Eras la primera toda, y mayo y junio
verdecían, radiantes, en tu carne, pero ahora la lluvia
ensombrece los días, y han muerto el sol y la luna,
y el mundo es oscuro, oh, hermosa.
¿A dónde ha ido la primavera que conocimos juntos?
Yermas están las ramas de antaño,
pero yo he visto a tus manos apresar el tiempo invernal
y atemperar su lluvia, y volverlo amable.
Si sólo estas hojas glaucas y tristes del árbol del sueño,
si nada salvo la pena pudiera anegarme cuando la primavera se va,
cada uno de los días que gotean y acongojan dejaría de ser
un año desnudo y amargo en mi corazón.
En el invierno de mi corazón eras un árbol floreciente:
cuanto más tardaba, más dulce era la primavera;
eras el viento que la empujaba
hasta un jardín desolado.
Eras la primera toda, y mayo y junio
verdecían, radiantes, en tu carne, pero ahora la lluvia
ensombrece los días, y han muerto el sol y la luna,
y el mundo es oscuro, oh, hermosa.
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