El Estado está blindado frente al ciudadano y no existe mayor desigualdad que la de éste frente al Estado. La mayor de todas las desigualdades es la desigualdad del Estado y los ciudadanos frente a la ley común.
Eduardo Punset, '¿Es necesario un Ministerio de Igualdad?', XLSemanal, 1 de junio de 2008
martes, 10 de junio de 2008
Ministerio de la Igualdad
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Es que no me resisto….Para el Ministerio de Igualdad se supone que una de sus prioridades es luchar contra la violencia de genero. Bueno, eso tiene un pase, malo por que se supone eso se debe coordinar desde interior, pero tiene un pase. Ahora bien, que la flamante ex directora de la oficina de promoción del flamenco diga que se creara un teléfono para maltratadotes es indignante. Están matando a mujeres con total impunidad y se supone que los hijos de puta que lo hacen, antes de eso, llaman por teléfono para desahogarse, y se les pasa y no matan a nadie, no te jode,
ResponderEliminarY de paso ponemos otra línea de teléfono para asesinos y si eso antes de reventarle la cabeza a nadie llama por teléfono y a esos también se les pasa.
Este ministerio es una perdida de tiempo.
Lee Javi
ResponderEliminarPero si yo leo
ResponderEliminarY sigo leyendo
ResponderEliminarY no pare de leer
ResponderEliminarY por más que leo, llego a la misma conclusión.
ResponderEliminarBuf, yo tampoco tengo nada clara la función de este ministerio, no porque pueda ser de utilidad, que seguro que sí podría, sino porque no creo que pueda servir para nada de la forma en que se enfoca.
ResponderEliminarEn primer lugar, me parece innecesario un ministerio, seguro que para la función que va a realizar hubiera sido suficiente con una estructura de rango bastante inferior.
En segundo lugar, lo que creo más importante, es su propia filosofía. No creo equivocarme si digo que, prácticamente, cualquier problema de nuestra sociedad se puede resolver con la Constitución en la mano, las leyes actuales, la adecuada dotación económica y de medios y, lo más importante, ganas de resolver el problema.
Pero esto no es lo que se plantea aquí. La propia creación de un ministerio indica que el camino a seguir no va a ser la aplicación de lo existente, sino nuevos caminos, eso deja en claro un planteamiento bastante perverso, puesto que el camino que se sigue es, justamente, el de incidir en las diferencias, fomentarlas, para a partir de ellas aplicar unas nuevas reglas.
Eso nos ha llevado al desgraciado planteamiento de que en un caso de violencia de género un hombre, por ser hombre -es decir, discriminación por sexo- reciba doble castigo que una mujer por el mismo delito. Se mire como se mire, anticonstitucional y no importa lo que diga el Tribunal Constitucional, por mucho que sea quien tenga la última palabra.
Mucho me temo que el planteamiento básico general es ese, o sea, un absurdo, como la tontería de ser incapaz de hablar sin citar los dos géneros, que no sólo es cansino, sino además, una demostración de incultura.
La desigualdad, al menos en lo relativo a la relación social -la intimidad es otra cosa-, se resuelve con la ley en la mano, dotando de medios a la justicia, con inspectadores de trabajo, por ejemplo, cribando las empresas. Basta con que, por decir algo, un inspector -sin denuncia previa, que sólo sirven para represaliar al empleado-,revise las nóminas y responsabilidades de una gran empresa y compruebe eso que dicen las estadísticas de que a igualdad de tarea la mujer cobra un % menor de sueldo y que a la empresa se le meta una multa importante y se supervise que no tome represalias contra las empleadas para que las cosas empiecen a cambiar. A mi me horroriza leer esas estadísticas y saber que no hay ninguna consecuencia. Me parece tercermundista.
Por otra parte, señor Font, no caigamos en coger las informaciones por los pelillos y limitarnos a las recreaciones que se hacen en algunos medios -en la COPE, por ejemplo, he sido incapaz de enterarme de la noticia en sí durante las cuatro horas que he escuchado hoy-, porque entonces nunca nos enteraremos de nada y todo parece fuera de lugar. Hoy se ha podido escuchar en la radio que un señor va a juicio por haber golpeado a otro con los testículos en un pie. Esto, como chiste de taberna, ya es bastante tonto, pero interpretar eso -dejemos de lado lo que, ciertamente, parece una injusticia- como la realidad, dista mucho de ser cierto. Igualmente interpretar la idea del teléfono de manera tan básica -ojo, que a mi tampoco es que me parezca una idea muy allá, la verdad- no son más que ganas de vulgarizar cualquier cosa.
Ya sabe, aquello de que el fútbol son 22 tipos en calzoncillos corriendo detrás de una pelota, pero luego ves a Zidane y lo que te viene a la cabeza es Nureyev.
Esta Annie tiene un tufillo extraño,supngo que estará poco conforme consigo misma....una incomprendida,eh?...ánimo sigue así...que a los demás nos reafirmas.Amanda
ResponderEliminarSi explicas un poco igual hasta puedo saber si tienes razón en tu apreciación o no, pero así,... no me he enterado de qué quieres decir.
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