Barack Obama siempre sonríe. Uno hasta piensa que es un tic, un rasgo de parálisis facial al verle siempre en todas las imágenes con la sonrisa puesta. Esta semana tiene más motivos que nunca para sonreír ya que, por primera vez, las proyecciones en votos electorales le dan al aspirante demócrata la posibilidad de vencer a John McCain.
De acertar las encuestas, si hoy se celebrasen elecciones Obama lograría 266 votos electorales frente a los 248 de McCain. La elección se decidiría entre Virginia e Indiana, donde la intención de voto se encuentra empatada y los 24 votos electorales pueden ir a cada uno de los dos. Con todo, el escenario es mejor para el candidato demócrata.
En cambio, Hillary Clinton, de votarse hoy, lograría 327 votos electorales frente a los 194 del candidato republicano. Este margen concede poca importancia a los 17 votos en juego de Michigan. Un dato que explica el interés de la senadora de Nueva York a mantenerse en la carrera electoral hasta que terminen las primarias en junio. La elección se presenta más emocionante que nunca.
De acertar las encuestas, si hoy se celebrasen elecciones Obama lograría 266 votos electorales frente a los 248 de McCain. La elección se decidiría entre Virginia e Indiana, donde la intención de voto se encuentra empatada y los 24 votos electorales pueden ir a cada uno de los dos. Con todo, el escenario es mejor para el candidato demócrata.
En cambio, Hillary Clinton, de votarse hoy, lograría 327 votos electorales frente a los 194 del candidato republicano. Este margen concede poca importancia a los 17 votos en juego de Michigan. Un dato que explica el interés de la senadora de Nueva York a mantenerse en la carrera electoral hasta que terminen las primarias en junio. La elección se presenta más emocionante que nunca.
A mi me dan mucho miedo los tres, pero McCain me da un poco menos sensación de producto artificial. Digo un poco menos, que también tiene lo suyo.
ResponderEliminarEn general, los candidatos estadounidenses -los españoles un poquito menos aún-, me producen la misma sensación que los participantes en Operación Triunfo: uniformizados, sin personalidad, producto de una fórmula "efectiva". Realmente no tenemos ni idea de nada de lo que de verdad piensa ninguno sobre ningún tema, sólo sabemos lo que ellos -y sus asesores- consideran que debe decirse en cada momento de cara a sus potenciales votantes.
McCain es famoso por su ira y mala leche, de Obama da miedo su inexperiencia y la sonrisa vacía. Me quedó con Hillary como próxima presidenta del Imperio, aunque, con mi ojo clínico, no saldrá.
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