miércoles, 16 de abril de 2008

Malditos apocalípticos

Nunca acaban de irse, siempre están ahí con su cantinela que anuncia el fin del libro, la muerte de cultura; su lamento de que la gente joven ya no lee, que España ya no es lo que era. Son los apocalípticos una especie que me resulta especialmente cansina, que deberían recibir subvención del Estado para estar callados y dejarnos en paz, tranquilos a los demás.
Se quejan de que los jóvenes no leen, pero el último libro de
Harry Potter vendió todo lo que quiso en un momento donde la literatura juvenil se encuentra bastante bien, según se lee. No los leerán a ellos, por ser tan aburridos como cansinos. Y hacen bien. En Vitoria, el Ayuntamiento homenajea a Ken Follet por la difusión de la ciudad en sus libros, lo que no está mal para un mundo donde el libro pierde peso; pero no, no sólo pierde sino que en esta vorágine de información la actividad intelectual gana importancia porque es la brújula que nos ayuda a navegar en ríos tan caudalosos como es la sociedad de la información. A ver si permanecen callados hasta el próximo fin del mundo.

7 comentarios:

  1. ¡Qué grandes mentiras!

    Como las de toda esa gente que dice que los jóvenes no escriben/no saben escribir... cuando ahora justamente todo el mundo se pasa el día escribiendo, en blogs, e-mails, chat. Que me presenten generaciones anteriores que escriban más que esta.

    O la de toda esa gente de 70 años diciendo que ahora los jóvenes son más incultos que antes, ¡Ja! una grandísima parte de la generación de nuestros padres sabía leer y escribir y gracias. Claro que como lo que se suele hacer es comparar a los jovenzuelos borrachuzos con la gente de mérito de otras generaciones, pues así nos va.

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  2. De acuerdo con lo que dice Fernando y Annie.
    Pero me gustaría comentar algo, a diario me llegan informes escritos por gente que ha estudiado al menos una licenciatura que son escandalosos: Solo de memoria os puedo contar que hoy he leído un informe con la palabra "Kapsular" y otro que decía "xa" en lugar de "para". ¿La influencia de tantos sms ya afecta a todos y no solo a los adolescentes?

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  3. Me voy a colgar una medallita, pero es una anécdota cierta. En una ocasión trabajando en una imprenta, me tocó "picar" un texto manuscrito de un famoso escritor español -supervendedor al parecer- ya fallecido e inesperadamente me tocó hacer de correctora, en apenas una cuartilla había un buen montón de faltas de ortografía. Una sorpresa.

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  4. Dinos alguna pista del escritor con faltas de ortografia

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  5. Su primer apellido era muy provinciano y el segundo muy hogareño. :-)

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