Llevo desde mediados de diciembre en El Cerillero, donde ya ondea la bandera avilesina y comienzan a surgir los arcos entre las calles. En este exilio interior, uno se proclama más avilesino que nunca. Si los gijoneses se duchan a diario en sidra, yo bebo vino blanco de la Nava; no salgo a la calle sin la gola puesta para recordar a Pedro Menéndez; disfrazo a Tila de Foquina y, a diario, desayuno bollo mantecado de Pascua. A este paso, en el próximo análisis de sangre, más que hematocritos encontrarán a la Sociedad Económica de Amigos del País hablando sobre Palacio Valdés.
Y así estoy yo, caminando como Pedro Menéndez por estas calles que vamos a conquistar, con la Tila arrastrándose cual foquina de Avilés cuando, de repente, escucho a un joven que me llama.
-Disculpe, señor... Sí, usted, señor.
Y uno, que no conoce a nadie en el barrio más allá de algún vecino, el director de la caja donde pago mi hipoteca y la panera, le mira sorprendido.
-¿Es a mí?
-Sí, sí, por favor, ¿me podría ayudar?
-¿En qué?
-Quiero saber si voy bien hacia...
Ja, ja, ja... Un gijonés con poca fortuna, pienso yo, con la cantidad de gente que hay por El Cerillero y das con el único aborigen. A ver si con un poco de suerte lo mando hacia Galiana o termina en La Luz.
-Jovemasa, ¿está lejos?
Y, ¡¡qué Jesusín de Galiana me perdone!! De todos los sitios de Gijón, me pregunta uno de los pocos que conozco.
-Sí, claro. Gire y baje por la calle Brasil hasta Príncipe de Asturias. Allí, a mano izquierda en dirección a El Musel y siga como si fuese al hospital de Jove. Al poco de pasar la rotonda, ya ve la empresa, gira a la izquierda....
¡¡¡Dios mío!!!!!!!! Me escucho y me diagnóstico gijonitis, el primer paso para padecer gijonesismo ¡¡Si parezco un indígena!! Tengo que hacerme una analítica, no vaya a tener un ataque de ultracuerpos gijoneses. Mientras llegan los resultados, me leeré la revista de El Bollo y aumentaré las dosis de palaciovaldexosina como tratamiento preventivo.
Hoy sí, hurra.
ResponderEliminarNo soy un experto, pero pinta mal!!
ResponderEliminarLuis, no te preocupes que cualquier día tomo garraldina y vuelvo a mis fueros.
ResponderEliminarTocayo, tranquilo que el tratamiento avanza bien. Ya han desaparecido las rayas rojiblancas de la cara