Esta semana, la pala derribaba la Manzana de los Álvarez, una de las piezas del centro histórico cuya rehabilitación más beneficiará a la ciudad. Hasta el momento, su estado ruinoso la convertía en una isla de suciedad y marginación lo que debe ser el tránsito natural entre el barrio marinero de Sabugo y la Villa. Una de las obligaciones de los promotores es conservar algunos elementos. No sé si esta imagen la recuperaremos en el futuro, pero ya forma parte de nuestra historia.
Hace unos días, colgaba las fotografías de Salat, de los escaparates que dan a la calle de La Muralla. He tenido tiempo para recuperar los imágenes que dan a la plaza. Los obreros trabajan en la rehabilitación del bajo. Ya se sabe, el ecosistema comercial: unos llegan y otros cesan. Los ultramarinos ya forman parte de la historia y sólo sabemos lo que eran por los libros que nos acercan a la historia. Espero que la rehabilitación conserve estos letreros.
Al menos ya nos dejas un pequeño testimonio. Simplemente ese hecho significa mucho.
ResponderEliminarReitero lo del libro del estadounidense n´Avilés.
K.
Si tú K eres K, que bailó conmigo en Comadres, me llamas al móvil o me escribes, me dices cuantos quieres y te los merco. Ensin comisión.
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