Una de espías en el PP

Una peli de espías

Me gustan las películas de espías. Esas tramas que se retuercen y donde no sabes en quién se puede confiar. Todo parece tan evidente y, como en la vida misma, al final es tan turbio, con tantos matices. 

Gracias a ese interés por las películas de espías entiendo mi fascinación por lo que sucede en el Partido Popular de Asturias y, especialmente, su capítulo gijonés. 
Viendo las decisiones estratégicas y tácticas que adoptan, cada vez sospecho con más certidumbre (si eso es posible) que entre los dirigentes que no son topos de Foro Asturias trabajando para dinamitar los restos del PP desde su interior y aquellos que no son agentes dobles de la Federación Socialista Asturiana para evitar cualquier alternativa de gobierno creíble, en la dirección deben quedar sólo uno o dos, como mucho, que son auténticos afiliados populares.
Los veo callados en las reuniones, asombrados por las decisiones de sus conmilitones y con miedo a decir que el emperador camina desnudo. ¿Cómo va levantar la voz cuando la sugerencia del infiltrado de Foro es aplauida y aclamada por ovación? Incluso su silencio a la hora de los vítores, su escasa pasión a la hora de aplaudir y el retardo al levantarse lo convierte en sospechoso de sedición. No cabe duda.