Ha sido un buen verano. Fallaron los metereólogos franceses y acertaron los españoles: hemos tenido buen tiempo. Chema me ha seguido enviado arco iris y Fidali me regala atardeceres. Es una suerte vivir con amigos como estos.
Es melancólica la belleza del ocaso. Termina el día, pero comienza la noche. El sol se despide, pero todo seguirá igual, aunque lo veremos de diferente manera. A raíz de escribir estas líneas pienso en lo pornográfico que resulta la luz eléctrica, como destroza el erotismo de la oscuridad, la belleza de las sombras...
Pero vuelvo al ocaso. En suma, que todo termina, pero nada acaba. Hoy se cumplen 50 años del discurso He tenido un sueño y las palabras de Martin Luther King siguen igual de vivas. Igual habría que cambiar algún topónimo, igual no. Ellos sabrán. En todo caso, el mundo sigue necesitando amor, caridad, comprensión... Humanidad.
Ha sido un buen verano. Otros años a uno le da por canturrear canciones de despedida. Este año no, sólo ha surgido esta divagación.
Debo estar envejeciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario