Hace un año, Costillina sonreía por primera vez fuera de Costilla. El milagro de la vida que, desde entonces celebramos en cada momento.
Como en todos los padres, especialmente los cuarentones y primerizos, mi vida sufría una auténtica revolución, una transformación que nunca había imaginado, ni por aproximación.
Antes del 25 de noviembre de 2010, creía no se podía ser más feliz en la vida. Estaba equivocado.
Con tal padre ella sera toda la vida una desgraciada.
ResponderEliminar¡¡Muchas felicidades a los tres Fernando!! Me he sentido completamente identificado con lo que escribes. No sé si es un milagro, pero es la mejor experiencia de toda la vida.
ResponderEliminarPor cierto, para el anónimo: no se puede ser más imbécil ni corto mental, qué asco...
(El 24 de abril de 2010 escribias sobre una caseta de obra en Gijón, en el Cerillero, que hacía las veces de zapatería. Hoy es noticia porque la alcaldesa Moriyón ha dado la orden de retirarla al carecer de licencias.)
ResponderEliminarSi que se puede ser Xian: mirate al espejo.
ResponderEliminarUy, parece que el anónimo se pica cuando los comentarios se dirigen a él, qué cosas...
ResponderEliminarAdemás tiene razón, porque hay que ser imbécil para estar contestando a un anónimo, es decir, a nadie. Mea culpa, no volverá a ocurrir.
Y lo siento Fernando, que precisamente esta entrada no merecía este tipo de comentarios. Un saludo!
El anonimo no se pica con hijos de puta, aunque les conteste.
ResponderEliminarPues para no picarse, sale al trapo con facilidad. Caray con el tipo
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