viernes, 9 de septiembre de 2011

Por tierras de Ibias y Degaña

Hace unos meses, mi amigo Roberto Mata se ordenó sacerdote. Culminaba una vocación labrada a fuego lento, moldeada con los golpes que da la vida. Aún sin ser diácono, nos acompañó en el enterrio de mi madre. Y también en alegrías, como el bautizo de Costillina, su primer bautizo.
Esta semana nos hemos enterado que asumirá las parroquias de las tierras de Ibias y Degaña. Una tarea dura, que supondrá muchas horas en la carretera y un gran esfuerzo personal. En el Occidente están de enhorabuena. Reciben un nuevo vecino, una gran persona y mejor sacerdote. Y, sus amigos, tendremos un nuevo motivo para visitar esos concejos.

6 comentarios:

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  3. Insinuar que un sacerdote no trabaja es mucho insinuar. El trabajo que realiza es un gran servicio a los demás.

    Otra cosa es protestar por no utilizar sus servicios. vendría a ser si yo protesto por el gasto en la piscina municipal que algunos no usamos.

    Lo del estado aconfesional es un gran logro, pero renunciar a la herencia cristiana de Asturias y de España es una idiotez que, a la larga, no traerá problemas.

    Algunos nunca pisamos una iglesia si no es para despedir a un amigo o un familiar (o si un periodista nos lo pide para ilustrar un reportaje...) pero seguimos poniendo la X en la declaración del IRPF porque queremos disfrutar de nuestra libertad, mientras otros disfrutan de la suya.

    Braña.

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  4. "..a ser COMO si yo..." y "...noS traerá problemas" es lo que realmente quiero decir.

    Lapsus cálami.

    Braña.

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  6. Braña, perdona que te descontextualice tus comentarios, pero ya que, aunque virtual, esta es mi casa, lo que me gusta es que la gente que opine tenga como mínimo el valor de dar la cara. Hasta que llegue ese momento, seguiré haciendo de mi capa un sayo.

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