Carlos Brooks firma su debut con Quid Pro Quo (2008), que la productora presenta como un extraño drama del nuevo cine estadounidense. Y, desde luego, que lo es. El protagonista (Nick Sthal) es Isaac, un reportero de la radio pública paralítico de cintura para abajo tras un grave accidente de tráfico. De forma casual, contacta con un extraño submundo de fantasías sexuales. Un grupo de personas sin ningún tipo de discapacidad que simula sufrir diferentes parálisis y necesitar todo tipo de ortopedias. Así conoce a Fiona (Vera Farmiga), que le enseña los secretos de ese mundillo y con quien surge una tórrida relación.
La película resulta, cuando menos sorprendente. El mundo de la discapacidad no es frecuente en el cine y mucho menos su sexualidad. Sin embargo es una realidad que está ahí. El acierto de Brooks es firmar una película inusual, en ciertos momentos cautivadora, contenida en su narración, que alimenta muchas preguntas en el espectador, con una gran riqueza de temas. Espero que Vera Farmiga tenga suerte en su carrera como actriz.
Photo: http://www.decine21.com/peliculas/Quid-Pro-Quo-18216
Otra realidad que está por ahí son las cagadas de perro y nadie hace películas con ellas. Ya veremos la taquilla.
ResponderEliminarBueno, es todo ponerse a ello. Nunca hay malas historias.
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