La mayor parte de los concejos de Asturias tienen biblioteca. Sí, esos sitios donde se guardan libros y la gente puede ir a leerlos, incluso llevarlos en préstamo. Unos pocos, siempre situados en la zona rural, carecen de ella. Illas, el concejo de mi familia paterna, fue uno de estos últimos hasta que en el anterior mandato municipal se decidió la construcción de una biblioteca. Un pequeño edificio, pero suficiente para las necesidades de los mil vecinos que viven en las diferentes aldeas del concejo.
Como sucede con las administraciones, el presupuesto para la construcción no traía todo lo necesario. Luego había que dotar al edificio de sillas, mesas y, sobre todo, estanterías. Al principio de la actual legislatura, hace ya dos años, el alcalde de Illas, Alberto Tirador, alcanzó un compromiso con la Dirección General de Cultura del Principado para que equipase la biblioteca y comenzase a funcionar. Cuando llegó el momento de cumplirlo, se produjo, ¡oh casualidad!, el cambio en la consejería y la sustitución de unos directores generales por otros. La biblioteca de Illas no tenía consignada partida presupuestaria y, si un proyecto con dinero puede anularse el proyecto, ¡¡qué no pasará con quien sólo tiene palabras!!
Pues sí, la respuesta es la correcta. La Biblioteca de Illas sigue sin abrirse, sin sillas, sin mesas, sin estanterías pero con libros (almacenados) y lectores (esperando).
El Ayuntamiento de Illas insiste, mes a mes, reunión a reunión, pero no logra nada de dinero. Me temo que parte de esas estanterías se han ido a la Laboral, Ciudad de la Cultura. Por eso, siempre que veo a Tirador le digo que se equivoca, que no debería pedir dinero para la biblioteca de Illas. Debería impulsar el iLlas Lab Model [la primera pronúnciese como una o-a, moviendo mucho la boca como si te atragantaras con una castaña] Library. Si le parece mucho, quedar en iLlas Lab Model [idem] o Illas Culture Town. Seguro, seguro, que así enternecemos a Jorge Fernández Léon, viceconsejero de Cultura, y quien manda aquí.
Mientras tanto, a ver si hacemos campaña para lograr que Illas logre abrir su biblioteca.
¡¡que se pasen por ikea, que lo tenéis al ladito y es todo una ganga!! jaja.
ResponderEliminarAhora en serio, hay cosas que dan pena; lo de los presupuestos de los ayuntamientos es de risa. Hoy sin ir más lejos estaban empezando a montar el belén en la plaza de nuestro ayuntamiento: un señor poniendo una tabla y otros 3 mirándole... Todos trabajadores, por supuesto. Y luego hay calles con muy poca iluminación, aceras levantadas, baches... ayyy digo yo ¿qué tendrá que ver con la biblioteca de ese pueblo asturiano? Me pierdo...
Impresionante lo que cuentas. Pensaba que tras las noticias que se publicaron en prensa la biblioteca ya estaría en funcionamiento.
ResponderEliminarEsto es lamentable. Una demostración más de que todo son palabras: que si I+D y se reducen las partidas de investigación, que si cultura y ocurre esto... Una auténtica vergüenza.
Recortar en este tipo de cosas, que para el presupuesto del Principado no supone nada, además de ruin es vergonzoso. Si con media fartura de Tini las estanterías ya estarían más que pagadas!!!! Qué pena...
ResponderEliminarPero oigan ¿no han visto ustedes el vídeo del psoe en el que explican las diferencias entre progresista y conservador? Como se les ocurre criticarlos, deberíamos besar por donde pisan.
ResponderEliminarIsi: Algún lo verás con tus ojos, peor Illas es un Ayuntamiento muy pequeño, casi sin presupuesto... De todos modos, el concejal de Obras ya anda mirando catálogos del Ikea
ResponderEliminarAnnie: pues sí, si no logramos nada, por lo menos que se les caiga la cara de vergüenza.
Xian: idem, más razón que un santo.
Ch: siempre tan irónico, tan irónico