Paradojas de la vida. Las vacaciones y las jornadas donde el trabajo consume muchas más horas de las necesarias son los momentos en los que uno menos escribe. Pero todo lo bueno se termina y uno regresa a sus hábitos diarios, a las buenas costumbres, a luchar con esos cuentos que no terminan de salir, a sus lecturas y olvidos. En fin, a ver cómo nos van los próximos meses. Hasta las próximas vacaciones.
Buen regreso Fernando y buen verano, seguro que te sale todo muy bien.No te deprimas.
ResponderEliminarYa decía yo que te echaba de menos...
ResponderEliminarGracias por vuestros buenos deseos. Dry, tengo ganas de ver tu Caramelo.
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