Resulta curioso el paralelismo entre fútbol y política. Florentino Pérez, sin entrar en el análisis de su gestión, me resultó un tipo curioso. Capaz de hallazgos publicitarios y de encararse con cualquier periodista cuando una pregunta no le gustaba. A él le debemos sus "zidanes y pavones", que ya se ha generalizado o el famoso "never, never, never" cuando se le preguntó por el fichaje de David Beckamp. El caso es que ahora, nuestra vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega se transforma en Florentino Pérez y, ante un auditorio entregado, asegura que en España no se aplicará la Directiva del retorno o la Vergüenza que ha aprobado el Parlamento de la Unión Europea con el voto favorable de la mayoría de los eurodiputados españoles. No faltó ese "nunca, nunca, nunca" pronunciado con idéntico fervor que Florentino antes de fichar al bello futbolista.
Y es una pena que nuestra vicepresidenta no aprovechase la oportunidad para explicar a su auditorio que las directivas de la Unión son de obligado cumplimiento para todos los países miembros. Estos deben adaptarlas a su legislación nacional tras un plazo fijado en el propio texto, pero sin olvidar los contenidos básicos. En caso contrario, tirón de orejas de la Unión.
Así que no estaría mal que en vez de un "never, never, never" tan rotundo, Florentino de la Vega dedicase su tiempo a negociar con los socios europeos el texto de la directiva o con los países afectados la forma de aplicarla sin que nadie resultase humillado ni dañado, que viene a ser lo mismo aunque no son sinónimos.
Y es una pena que nuestra vicepresidenta no aprovechase la oportunidad para explicar a su auditorio que las directivas de la Unión son de obligado cumplimiento para todos los países miembros. Estos deben adaptarlas a su legislación nacional tras un plazo fijado en el propio texto, pero sin olvidar los contenidos básicos. En caso contrario, tirón de orejas de la Unión.
Así que no estaría mal que en vez de un "never, never, never" tan rotundo, Florentino de la Vega dedicase su tiempo a negociar con los socios europeos el texto de la directiva o con los países afectados la forma de aplicarla sin que nadie resultase humillado ni dañado, que viene a ser lo mismo aunque no son sinónimos.
Comentarios como este es lo que hecho de menos en el periodismo actual. No sé si es el caso, pero si se trata de una rueda de prensa, la siguiente pregunta ante el comentario de De la Vega debería haber sido algo así como "señora o no tiene ni idea de lo que habla o su intención es engañarnos, las directivas europeas son de obligado cumplimiento y España debe cumplir la ley".
ResponderEliminarEl segundo paso sería hacer ese comentario dentro de la propia noticia porque, de lo contrario y como viene ocurriendo habitualmente, las trolas, medias verdades, usos partidistas de las ideas, etc se cuentan, exactamente, del modo en que los políticos quieren que se cuenten, quedando para las columnas de opinión su análisis... cuando ya el mensaje que el político ha querido lanzar sobrevuela a todo el mundo y el que sea o no verdad pasa a segundo plano, el slogan ya ha cumplido su función.
No sé si me explico bien.
Te explicas divinamente.
ResponderEliminarYo echo en falta algún artículo o reportaje que explique como se trabaja en el gobierno, con quien habla un ministro o un subsecretario de Estado cuando tiene que consultar algo con un superior, quien toma las decisiones del día a día... Así sabríamos que quien gobierna este país es en realidad María Teresa Fernández de la Vega y el presidente es una pantalla. Que diga cosas que no son, que engañe (sabiéndolo o no) es algo que ya conocemos desde hace una legislatura y nada nuevo en un gobierno.
Don Vicente
ResponderEliminarDado que ningún Estado cumple los reglamentos y mucho menos las directivas y que la UE no tiene ningún organismo sancionador para estos casos...
ResponderEliminarAnnie, no te creas que se suelen poner agresivos y de mal humor. Recuerdo que hace años, en una rueda de prensa un sindicalista, ya retirado, acusaba a compañeros suyos de ser enchufados socialistas y, cuando se le preguntó si tenía pruebas, respondió que nuestra opinión no era interesante... En una entrevista, ante una pregunta comprometida un alcalde aseguró que iba a telefonear a la dirección del periódico del periodista porque esas preguntas no eran de recibo... Otro concejal opinaba sobre una ley que no había leido y,cuando se le hizo ver el riesgo que corría, siguió para adelante, porque lo decia él...
ResponderEliminarPor otra parte, Paula, sí existe capacidad de sanción. Pregunta a Rumanía, donde han recortado fondos europeos por la corrupción...
Lejos de mi la intención de salir en defensa de la señora De La Vega, pues es de lo poco que no me cae bien, en los gobiernos de ZP. Hay más, pero no es el momento. De todos modos las directrices de la Unión son de obligado cumplimiento, pero son lo suficientemente laxas como para que se pueda servir café para todos. Entre lo que más se ha criticado de la citada directiva están los plazos de detención de un sin papeles y hay el margen es tal que se puede cumplir aplicando el plazo actualmente vigente, en España. Me imagino que es eso lo que pretendió decir María Teresa. De todos modos yo heche más en falta sus comentarios cuando la crisis con la Conferencia Episcopal Española, que no se le vio ni el pelo. También es digno de reseñar la que monto en el partido cuando se rumoreo que seria candidata a la alcaldía de Madrid.
ResponderEliminarYo escuché el corte en la radio y la vicepresidenta aseguro que "nunca, nunca, nunca" se iba a aplicar. Igual era pura retórica, pero, como dice Colero, el gobierno está obligado a aplicarla, aunque dispone de un margen suficientemente amplio.
ResponderEliminarYo no he oído el corte y por supuesto que doy por buena tu versión. De La Vega tiene poca cultura cinematográfica si no se acordaría de “Nunca digas nunca jamás”. Y sobre todo en política
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