La labor en general, y en particular mi trabajo, de los medios de comunicación en el caso del asesinato de Anabel Gutiérrez ha merecido la crítica de muchas personas, tanto en esta bitácora como en la vida material. Son opiniones de las que discrepo, pero es un debate que no tengo el interés en retomar. Sí voy a escribir de otro amarillismo, del que se habla menos pero que es igual de censurable. Me refiero al amarillismo de la familia. Pido perdón por el verbo, pero no sé si debo utilizar alimentar, consentir, fomentar o protagonizar.
El domingo en una entrevista, el hermano de la víctima anuncia que depositará un ramo de flores en el lugar donde apareció el cuerpo de su hermana; pero que quiere que sea un acto íntimo, sin fotógrafos. Eso lo dijo en un medio de comunicación; en otro medio de comunicación apareció ayer dejando el ramo y mostrando su dolor. Lunes, martes, miércoles, jueves... Cuatro días para un cambio tan trascendental de la opinión que pasa de la vivencia del luto en la intimidad a la exhibición impúdica de su pena.
Seguramente sea necesario que los lectores y desde fuera de la profesión se censuren los excesos de los medios de comunicación, los errores cometidos para no volver a caer en ellos cuando, por ejemplo, se celebre el juicio dentro de dos años. Pero, ¿no existe un cierto amarillismo en ese comportamiento de la familia? Tal vez lo más difícil sea comportarse de forma adecuada y lo más cómodo censurar el amarillismo de los demás.
Y ¿no has pensado que quizás la familia esté inmersa en una especie de película que se han montado y que todos miramos, y que en cuanto ésta termine les quedará lo peor?
ResponderEliminarTus palabras son demasiado duras, los medios y todos nosotros nos olvidaremos de Anabel en cuatro dias, su familia nunca.
Las víctimass siempre tienen razón.
ResponderEliminar¿Una película que puede ser proyectada sólo por La Nueva España?
ResponderEliminarLo mejor fue la coletilla del primer párrafo de La Nueva: "un un homenaje íntimo a Anabel, que por deseo expreso suyo compartieron con LA NUEVA ESPAÑA".
Con eso quedó todo dicho Fer.
Me parece mas valiente el tratamiento de la informacion que hizo LVA firmando todas las noticias por su periodista, que el tratamiento que hizo LNE en las que las noticias aparecieron sin el nombre del redactor (ni tan siquiera pusieron el clásico REDACCIÓN).
ResponderEliminarUna practica habitual y cobarde para tratar determinados temas, sobre todo cuando pillan cerca.
Segun La Nueva: "
ResponderEliminarAVILÉS
La Policía desarticula una red de venta de cocaína que abastecía a la «jet» avilesina"
¿Realmente tenemos jet set en Aviles?, me parece patetica la expresion.
Menos mal que La Voz habla de "alta sociedad" sencillamente, y ademas nos explica que bar es.
De estas cosas tienen toda la culpa los medios al desvirtuar los significados de las palabras, sobre todo cuando son términos en inglés; convertir en sinónimos "Jet set" y "alta sociedad", que no es lo mismo -en Avilés tenemos nuestra alta sociedad, por comparación con el resto, pero no "jet set" o la vergüenza que produce cuando en los medios se califica a una modelo de "Top model", claro que como resultó más cómodo eliminar el "Ten" en el término original, luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarLo de Anabel es tan peliagudo que da un poco de miedo entrar en ello sin conocer todo de la a a la z, no quisiera estar en la piel de nadie de los que tengan que tratar el tema.
"Menos mal que La Voz habla de "alta sociedad" sencillamente, y ademas nos explica que bar es".
ResponderEliminarPues en LNE se da exactamente la misma información que en LVA.
Se dice, en los dos periódicos, que se ha intervenido en un bar de la calle José Manuel Pedregal y en otro de la calle del Carmen además de en un domicilio particular.
¿Que bar es el de José Manuel Pedregal?
La noticia del día es que ha muerto el hombre herido por una rama en Las Meanas.
Un recuerdo para "Pepe Sabugo".
Los periodistas son los culpables del amarillismo, porque si se considera que los amarillistas son la familia, pues los periodistas deberían ser lo suficiente valientes, corajudos y éticos, para no venderse a favor de un medio de comunicación que lo único que le importa es vender más periódicos y ganar más dinero. Ni a los medios ni a los periodistas les importa nada de la vida de las víctimas. Los periodistas quieren tener el triste prestigio de aumentar los hechos trágicos con una lupa para seguir viviendo en una profesión corrupta, siempre más cercana al poder y muy lejos de los lectores y, por supuesto, de las víctimas. No digamos, por favor, que los periodistas son héroes, más bien cobran un sueldo sin importarles meter el dedo en la llaga de las heridas de las víctimas con varias páginas al día para aumentar el dolor de una madre que sufre porque han matado vilmente a su hija. Los periodistas deberían sufrir en carne propia, y habría que ver que es lo que escriben cuando la tragedia les toca cerca.
ResponderEliminarEl periodismo es una empresa a la que le interesa ganar dinero, y punto.
ResponderEliminarQuería generar un debate y, por lo visto, lo he logrado. Respeto todas las opiniones, salvo de un cretino, con perdón para los cretinos, que dice que los periodistas deberían sufrir en carne propia lo que sufren para saber tratar el dolor. Es un pensamiento que, de suyo, es tan imbécil que debería imprimirlo y autentificar su autoría porque, seguro, logra desgravación en la renta por discapacitado. La capacidad de asumir el dolor/alegría de los otros no tiene que ver con haberlo padecido/disfrutado; si no más bien con características personales, emocionales e intelectuales.
ResponderEliminarTodo los comentarios de la droga me sorprenden. El viernes empecé las vacaciones y veo que he desconectado más de lo previsto. Me alegro.