En Covadonga
Hace tiempo que no vengo por aquí,
tal vez años.
Entonces, yo era otro:
vivía de cuerpo en cuerpo,
apenas pensaba versos o prosas;
(desde luego,
no es gran ganancia).
Leía, eso sí,
los mismos libros de ahora:
incluso podría conversar de temas similares.
Pero mi lenguaje ha cambiado
y mis palabras suenan diferentes.
Ahora, camino por el Paseo del Príncipe;
hablo con mi hermano de cosas vulgares,
y otras que no lo son tanto.
Busco presencias antes ignoradas
y no deja de asombrarme que Dios
haya creado tanta belleza.
Hace tiempo que no vengo por aquí,
tal vez años.
Entonces, yo era otro:
vivía de cuerpo en cuerpo,
apenas pensaba versos o prosas;
(desde luego,
no es gran ganancia).
Leía, eso sí,
los mismos libros de ahora:
incluso podría conversar de temas similares.
Pero mi lenguaje ha cambiado
y mis palabras suenan diferentes.
Ahora, camino por el Paseo del Príncipe;
hablo con mi hermano de cosas vulgares,
y otras que no lo son tanto.
Busco presencias antes ignoradas
y no deja de asombrarme que Dios
haya creado tanta belleza.
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