El pasado domingo publicamos en el periódico una entrevista a Alfredo Iñarrea. Un trabajo que me tocó hacer para analizar la marcha del Plan General de Ordenación Urbana. Iñarrea estaba bastante fastidiado por una gripe que no termina de curar y la entrevista nos llevó más tiempo del esperado. El sábado, cuando terminé de escribirla, quedé bastante satisfecha con ella. Me parecía que, para ser un tema tan árido, había logrado un texto que la gente leyese y se enterase.
Unos días después, volví sobre la entrevista. La comentaba con un compañero y empezamos a ver fallos. A veces sucede que presumes que tus conocimientos, aunque mínimos, de un tema los tienen el lector medio de un periódico local, que todo el mundo entenderá perfectamente que es un plan especial o suelo urbanizable. Y empiezas a soltarlo tal cual en el periódico, incluso con la autosatisfacción de manejar, aunque sea con los dedos, esos conceptos. Es el síndrome del pasadoble que sufren los toreros. En plena faena, hace un pase que le gusta al presidente de la plaza y éste ordena una pasodoble. El torero lo escucha y, como quiere más, arriesga, se olvida de la seguridad, de la plaza y lo pilla el toro.
En mi caso tengo la suerte de que no sufro heridas físicas. Sí un fallo profesional pues veo como pierdo una buena entrevista por pensar más en mí y en la conversación con el concejal antes que en el lector y hacerle, de verdad, asequible la entrevista.
Espero haber aprendido la lección.
Fernandito, ¿para cuando un nuevo cambio de imagen?que tienes pensado teñirte, raparte o volver a usar aquel fular
ResponderEliminarMe parece que te tienes muy creido lo de ser periodista. Que sepas que es un trabajo como otro cualquiera, y aunque tú tengas la oportunidad de enterarte antes de las noticias y de estar en todos los fregados, no puedes subestimar, con esa alegria, al "lector medio" de un diario, por muy local que sea.
ResponderEliminarTe aseguro que los términos que tú comenzaste a manejar o tocar con los dedos muchas personas los habían tocado antes en su vida diaria. El PGOU afecta a todos los vecinos de un concejo.
Se nota que el señor anónimo no leyó la entrevista. Me sorprende que alguien pueda tenerse creido ser nada. Es señor debe ser de esos que se creen las cosas, seguro que legionario de cristo rey.
ResponderEliminarYa estoy pensando en la moda de primavera-verano. De todas maneras, con la buena percha que tengo cualquier cosa que haga o me ponga me quedará de puta madre.
ResponderEliminarMe molestan bastante los otros dos comentarios porque veo que no supe expresar bien lo que quería decir. Otro apunte para el futuro.
También me empiezo a preguntar por la razón de tantos anónimos. Pensaba que por Asturias y Avilés había gente con más gallardía, sin miedo a expresarse su opinión.
Fernando, fue un gran error firmar con tu nombre. El anonimato puede ser el lugar desde donde salirse del tiesto y convertir la red en una cloaca, pero también una manera de decir las cosas sin las ataduras de las amistades o las presiones del trabajo, los jefes, etc.
ResponderEliminarEstoy segura de que si esta fuera la bitácora de un "anónimo" recibirías menos "anónimos" -está comprobado, ante el "sin nombre", los que sí tienen nombre se suelen identificar como forma de reforzar sus argumentos con el "prestigio" que pueda tener su relevancia pública. Y al revés en caso contrario, pues se puede perder un poco del "prestigio" ante un enfrentamiento de ideas con otro "prestigioso"-. Espero haberme explicado.
Además, ningún compañero de trabajo te llevará la contraria con su nombre por delante. En fin, así suelen ser las cosas, espero equivocarme.
Soy un anonimo que aunque no comulgo mucho contigo si considero que debe primar el buen rollo.
ResponderEliminarDe todas formas considero que un periodista no deberia ser tan tendencioso, corres el peligro de ser el Losantos de la izquierda avilesina.
Annie: yo te he entendido perfectamente. Por mi forma de ser, cuando no me gusta algo de mi sociedad trato de cambiarlo. De ahí que haya decidido a dar la cara y luchar contra la cloaca. De momento, las barbaridades de los anónimos me provocan risa. Encontras cosas realmente divertidas.
ResponderEliminarTambién valoré el tema del prestigio y, de igual que se puede perder, se puede ganar.
Sinceramente te doy las gracias por tu opinión. Sé que la dices desde el afecto que nos tenemos.
También le doy las gracias al anónimo siguiente. Algo me debe apreciar cuando me avisa de ese peligro. Lucharé con todas mis fuerzas para no llegar a esos niveles. Gracias.