El nuevo mandato ha supuesto la puesta en marcha de un nuevo organigrama aprobado por el Pleno municipal y donde se suprimía la plaza que venía ocupando ACD, o sea, Adolfo Camilo Díaz. Para quien no lo sepa, Camilo era el responsable de Cultura en el Ayuntamiento Corvera. Como gestor cultural es un profesional contradictorio: es capaz de ideas geniales, pero se pierde en la gestión diaria. Víctor Manuel Álvarez León lo llamaba: "Adolfo Camilio, 24 horas en vilo". Tras la derrota del PSOE en Corvera y el gobierno de la izquierda plural en Avilés, Camilo entendió que era necesario un traslado profesional que, además de ampliar sus horizontes profesionales, lo aliviase del mobbing desatado por la USPC con la convivencia del PP hacia todo lo que oliése a filosocialista. El anterior concejal de Cultura de Avilés, Juan José Fernández, convocó un concurso público al que nos presentamos unos cuantos y ganó Camilo con toda justicia y legalidad. Hay que subrayar eso porque mucha gente comentó, y comenta, que la plaza estaba dada antes de la convocatoria, pero lo cierto es que Camilo ganó con toda justicia el concurso y que las bases no se encontraban amañadas a favor de ningún candidato. ACD logró la plaza que, aunque correspondía a un cargo de confianza (un error de IU en su intento de parecer puros) se revestía con una aire de eternidad funcionarial y en lugar de pedir una excedencia en Corvera pidió la liquidación y sus anteriores jefes aprovecharon para concederla y amortizar la plaza. Es decir, suprimirla.
En sus cuatro años en Avilés, una grave enfermedad mermó su capacidad de gestión y se cobró unos cuantos proyectos que traía. La cultura asturiana tuvo un gran protagonismo, en ocasiones excesivo, y convirtió el Palacio de Valdecarzana en un espacio abierto a todo el mundo.
Cuatro años después, la decisión del Pleno deja a Adolfo Camilo en la calle, en el paro. ACD es un buen escritor, un tipo inquieto y que no debería perderse para la gestión de la cultura en Asturias. Afortunadamente, después de su calvario personal ha recuperado la salud y confío que, en breve, encuentre un puesto de trabajo para seguir desarrollando sus ideas. Como sucede en muchas ocasiones, los errores de otros los pagan quienes no los cometen.
Ánimo Camilo.
Pues hay quien opina que las cosas no fueron tan "puras" como escribes. Gente de dentro, quiero decir. Personalmente no tengo ni idea.
ResponderEliminarLo que no me queda claro es lo del error. Si su puesto en Avilés era un cargo de confianza y pidió la liquidación en Corvera, es obvio que el error, doloroso y que no le deso a nadie -lo de quedarse sin trabajo, digo-, es un error suyo y él ha sido quien ha pagado las consecuencias.
Al hilo del tema, aunque generalizando, ¿en un ayuntamiento tan minúsculo como Avilés o Corvera es necesario, además del edil de cultura correspondiente, un responsable de Cultura?
Es que si trasladamos esa lógica a una ciudad como Madrid, con sus tres millones y pico de habitantes y sus miles de actividades, Doña Espe necesitaría unos 43 responsables de Cultura.
Ya sé que estas cosas no son así de simples, pero es que con tanta inflación de asesores y cargos intermedios, los concejales quedan para las ruedas de prensa, decisiones donde lo que influye es la política, no el buen hacer y, obviamente, recibir su sueldo -ya no tengo claro si bien ganado-, al final de mes.
Todo sobre el rodaje de ayer en Avilés en mi blog.
ResponderEliminarCamilo, suerte.
ResponderEliminarK.
Annie, si te sirve mi palabra fíate de mí. El concurso fue limpio. Yo me presenté y me leí bien las bases y no se le puede recriminar nada. Otro caso es el error en la gestión de la excedencia o que le vendieran como fijo algo que no era.
ResponderEliminarDiscrepo de tí y creo que los políticos necesitan técnicos y asesores. El político no debe saber de todo y necesita personas que lo asesoren o que ejecuten sus ideas. Otra cosa es el número de asesores, que ahí se podría debatir mucho.
Felicidades por las fotos, Chema, aunque debías estar muy nervioso porque salieron desenfocadas.
Fernando, es cosa de poner el zoom al máximo.
ResponderEliminarNo todos tenemos las máquinas de Tania o Ricardo.
Me fío, me fío. Ya digo que yo no sé nada de la historia de primera mano.
ResponderEliminarYo con los asesores tengo mis dudas, son útiles y, en ocasiones imprescindibles, pero... repito, en un pueblín tener un Concejal y un responsable de Cultura resulta, por lo menos, llamativo, que tampoco se hacen tantísimas cosas y de las que se hacen, muchas quedan en manos de gente "emprendedora" que propone y ejecuta con el respaldo del Ayuntamiento y, muchas veces, sin su supervisión o al menos sin un control demasiado exhaustivo. Que aún hay gente preguntándose por algunos dineros desaparecidos en según qué eventos. Poquita cosa eso sí.
Supongo que todos estos años chupando del teto publico en todas sus vertientes (recordemos que esta o estaba en el consejo de administracion de la television asturiana) le habran permitido ahorrar como la hormiguita de la fabula.
ResponderEliminarCon esos ahorros y con el paro podra dedicarse a esa creatividad cultural que parece que a algunos tanto os gusta, asi que os doy la enhorabuena.
Yo por mi parte sigo defendiendo que la administracion ha de perder peso, no han de crearse plazas superfluas fruto de oscuros compromisos, y en el caso de necesitarse a alguien éste ha de ser el mejor, acreditandose en el correspondiente concurso u oposicion.
Si mal no recuerdo en el caso de ACD se valoraron positivamente ciertos cursos que casualmente solo poseia el tal ACD
Tu Fernando ¿ya tienes el curso de lenguaje de signos?
Muchas veces criticamos a los politicos, y si hay algo mas despreciable que los politicos son los plliticos de tapadillo, que tienen las prebendas de los primeros (o incluso mas y mejores), y que no dan tanto la cara.
ResponderEliminarCuando gobierna el psoe coloca a sus amiguetes, lo mismo cuando lo hace el pp, y lo mismo cuando gobierna iu.
Lo que no se puede pretender es que esos enchufes fruto del amiguismo y de un compromiso politico se conviertan en una oposicion, y que el puesto de trabajo dure de por vida.