lunes, 3 de diciembre de 2018

Andalucía: ¡¡Ha muerto la vieja política!! ¡¡Viva la nueva política!!

Photo by Henrique Ferreira on Unsplash



El emocionante recuento de las elecciones andaluzas me hizo pensar en todos aquellos que anunciaban la llegada de la nueva política que, sin embargo, no acaba de aparecer, aunque, finalmente, está aquí aunque no sé por cuanto tiempo. Sigo pensando en que el bipartidismo regresará cuando quieran los grandes partidos y se esfuercen por mejorar su diálogo con la sociedad.
Más allá de la victoria del PSOE y las incertidumbres sobre el futuro gobierno, desde la distancia de vivir a mil kilómetros de Andalucía y con una clave nacional, estos resultados me despiertan las siguientes diez reflexiones.
  1. Los grandes partidos siguen en crisis. PSOE y PP han perdido en estas elecciones 700.000 votantes, en números redondos. Un descenso mayor que la bajada de la participación. Ambas formaciones siguen desencantado a su electorado, no saben recuperar el diálogo con la sociedad.
  2. Existirán bloques ideológicos, pero no partidistas. Los ciudadanos son cada vez más conscientes de que el voto es suyo, no de un partido. El intento del PP de captar el voto de Vox con mensajes similares no le funcionó, porque el electorado siempre rechaza imitaciones.
  3. El sistema D'hont sigue siendo válido. Permite mayorías y refleja la variedad de la sociedad. La existencia o no de estabilidad, de gobiernos irá en función de la capacidad de los políticos, de la capacidad de diálogo y de negociación. La clase política debe dar un paso adelante y superar los lemas y el pensamiento cerrado. En unas horas veremos como los que se escandalizaban porque no gobernase la lista más votada pasarán a defender los pactos. Y, al contrario, los que ven comprensible que el segundo pacte con el cuarto y más allá, reclamarán que gobierne la lista más votada.
  4. La Ley de Partidos permite ilegalizar a las formaciones contrarias a la Constitución. No cabe cordones sanitarios ni llamadas contra determinadas formaciones. Te gustan unas ideas más que otras, apoyas o no; pero en caso de duda de constitucionalidad la salida es fácil: ley de partidos.
  5. El PSOE podria perder el gobierno, pero, desde luego, pierde demasiados votantes. 400.000 que, posiblemente, se irán en buena medida a su casa. ¿Votan los socialistas desencantados a Ciudadanos, que casi dobla su resultado? Me extrañaría, toda vez que el discurso de Albert Rivera ha cuestionado la continuidad del gobierno socialista, salvo que exista una clave andaluza que no haya trascendido. Con este resultado, Pedro Sánchez tratará de alargar la legislatura. Se desvanece el posible liderazgo interno alternativo de Susana Díaz. De momento, Sánchez ha salido pidiendo que gobierne la lista más votada, lo contrario a su gobierno y fomenta una nueva contradicción, otra más.
  6. ¿A quién castiga el votante del PP? ¿Al sorayismo que representa Moreno o a Pablo Casado? Ha perdido algo más de 300.000 votos, casi los que ha subido Vox. En clave interna, el PP esperaba una purga después de los resultados de Andalucía. ¿Se justifica si gobierna? El PP también tiene una baza para desgastar a Ciudadanos: ellos o el PSOE... Serán semanas apasionantes.
  7. Ciudadanos vuelve a sufrir el mal de encuestas. Los resultados en papel son mejores que las urnas, aunque pasa de 368.988 votos a 658.303, próximo a doblar, algo que sí hace en el número de escaños. Ahora se juega parte de su futuro electoral. Si apoya al PSOE, tendrá difícil presentarse como aladid de la regeneración democrática; si gobierna con el PP, los palos le caerán por la izquierda. Si no hace nada, le darán por esa razón. Sea lo que sea, tengo la intuición de que Albert Rivera sólo irá a La Moncloa de visita.
  8. Podemos no suma, no carbura. El experimento más radical no logra los resultados que esperaba. Sólo mejora en dos el número de diputados pero venía de los veinte que sumaba en el anterior parlamento con Izquierda Unida. Pierden votos, al igual que PP y PSOE. O sea, que se portan como los partidos de la vieja política.
  9. Izquierda Unida confirma que los experimentos son malos. Es sorprendente como una organización con tanta democracia interna se aleje tanto de sus electores para ir hacia el suicidio político. Aunque, claro, también puede ser  que esa amplia democracia interna sólo sea letra en los estatutos... En fin, otro éxito para Alberto Garzón y cía. 
  10. Vox. Tanto hablar con ellos, que por fin llegan. Todos los partidos tienen sus contradicciones. Es inevitable. La primera de Vox es que su primer éxito lo debe a un sistema, como el autonómico, del que tanto reniega. Y una de sus propuestas es reducir el número de diputados autonómicos, lo que favorecería su salida del parlamento. Ahora vendrá la pelea por la paternidad de sus votos. No creo que todos sean del PP. Sí algunos, pero, seguramente, muchos habrán llegado de la abstención, incluso de votantes anti-sistema, que es lo que plantea esta formación. Queda por ver como se moderan si llegan a ejercer el gobierno y su evolución en el resto de España.
Sin duda, después de esto nos esperan unos meses apasionantes, de un verdadero cambio. ¡¡Ha muerto la vieja política!! ¡¡Viva la nueva política!!

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