viernes, 16 de noviembre de 2007

Pe y Jota se lo montan

A estas alturas de la película ya sabe todo el mundo el rollito que se traen Penélope Cruz y Javier Bardem. ¡¡Lo que hace tomar unas cañitas en el Floro!! El romance alimentó todo tipo de comentarios en EE.UU, donde la prensa especializada aprovechó para hacer comentarios a raíz de la indisimulada tendencia de Pe de enamorarse con todos sus compañeros de reparto. Incluso se preguntan qué sucederá si algún día rueda con Danny De Vito. O con los hermanos Calatrava, me pregunto yo.
Pero escribo más bien por las fotos que desvelaron el romance. Aseguran que la revista Hola pagó 200.000 euros por la exclusiva de unas imágenes captadas en un islote de las Maldivas de unos 80 metros cuadrados. El tamaño del islote me parece muy pequeño, pero es lo que leí en El País. Me parece muy bien que estos dos, u otros, vendan lo que quieran vender y se acuesten con quien quieran acostarse. Ahora bien, han abierto una puerta que luego no puede cerrarse. Porque del mismo modo que Hola hizo negocio, habrá otros muchos que les interesa. Y luego vendrán las carreras por las calles, las malas leches y las bofetadas con fotógrafos que buscan ganarse unos cuantos euros menos que los que viajaron a Maldivas. En este baile, ellos no son la orquesta, así que los tocará seguir el ritmo que marca un mercado al que ellos entraron de forma voluntaria.
Supongo que a un tipo como Bardem, tan progresista él, eso le importe poco, incluso conceda todo tipo de facilidades. Después de todo, se trata de la versión cuore de la lucha de clases: los medios menos poderosos luchan por conseguir lo mismo que los dominantes.

3 comentarios:

  1. No estoy para nada de acuerdo. Si tu, Fernando, vendes al Hola un artículo sobre Allen en Avilés... ¿Hola puede considerar que desde ese momento tiene derecho a considerar que puede publicar todos artículos?

    Pues estos dos lo mismo, tienen derecho a vender unas fotos de ellos dos en una isla, lo cual no significa que el resto de periodistas del mundo tengan ningún derecho sobre un solo minuto más de la vida de la pareja.

    Otra cosa es lo que acaba ocurriendo en la realidad y que todos acabemos considerando normal esa excusa tan absurda.

    Yo os voy a comprar el periódico el día 2 de enero... ¿el resto del año tengo derecho a llevármelo gratis? ¿a que suena raro?

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  2. Vender las fotos no es vender su vida pero significa mucho y más viniendo de alguien que actúa como dando lecciones morales y repartiendo carnés de progre.
    Gentuza.

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  3. Me parece muy interesante la aportación de Annie. No es lo mismo vender que comprar. Si yo vendo un artículo a Hola, igual pasado un tiempo me llaman a pedir otro. Igual que cuando un periódico se vende el día 2 de enero, igual el comprador piensa que puede tener la posibilidad de comprar ese mismo diario el día 3.
    Es decir, se genera una expectativa de mercado. Y el problema es que nuestros dos actores introducen esa variable en su vida y ahí surge el conflicto. Si en una situación de libre mercado, las empresas pueden pedir, insistir. A Salinger le reclamaron más libros, pero él no accedió y todo queda ahí, en la presión.
    La naturaleza especial de la vida hace que si Salinger, o yo siguiendo el ejemplo de Annie, no queremos publicar más, no enviamos textos y ya está. Pero que haces cuando lo que vendes es tu vida. ¿Te encierras entre cuatro paredes? Tal vez, esa naturaleza especial de la vida explica que no se deba comercializar con ella tan a la ligera.
    Chema, como siempre, con recetas directas y contundentes.

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