jueves, 18 de abril de 2013

Y, ahora, la monarquía


Como teníamos pocos problemas en España, no ha faltado tiempo para recuperar el debate sobre monarquía o república, un dilema recurrente en el debate político español y que, cada primavera, rebrota con fuerza, este año más que nunca.
Esta muy bien que se debata, pero uno espera que se abordasen cuestiones de fondo. Por ejemplo, nuestra historia reciente, el resultado de las dos repúblicas españolas, bastante nefasto, frente a la mayor época de prosperidad, libertad y desarrollo que representa la vigente monarquía constitucional.
Y existe otro punto importante: ¿qué tipo de república queremos? ¿Una presidencialista o no? Ciertamente, es una cuestión importante, fundamental; más aún que la organización del estado sea federal o unitaria.
Un républica presidencialista, o semi, como la francesa,implica una jefatura de Estado ejecutiva, fuerte. Y, no sé ustedes, pero a mis amigos de derechas, la imagen de José Luis Rodríguez Zapatero como jefe del Estado les, nos, genera algo de inquietud. Y a mis amigos de izquierdas, si les hablo de un presidente de la República llamado José María Aznar como máximo responsable de las Fuerzas Armadas les entra algo así como sudores fríos... 
No veo yo ese tipo de república.
Pero insiste mi amigo Telesforo en su defensa republicana y apela a una república parlamentaria, donde la Jefatura del Estado sea simbólica. Un sistema muy parecido al actual, donde sólo se cambiaría el método de elección del Jefe del Estado. Bien, pero sólo veo un par de problemas. El primero es cómo se elige al presidente. Si es por vía parlamentaria, como en Alemania, Italia o Israel, existe el evidente problema de que los padres de la patria no se pongan de acuerdo. ¿No ha sucedido para otros órganos más importantes como el Tribunal Constitucional, incluso burlando toda la legislación? 
Podemos ir a un sistema de elección popular, con el consiguiente gasto que se genera. Que habría que sumar al tratamiento que se diese a los ex jefes del Estado. Es decir, que si los republicanos se quejan por lo que cuesta la Monarquía, la República nos costaría más, puesto que habría que mantener a más ex-jefes del Estado, que ahora nos evitamos. 
Y, además, disfrutamos de la historia, el protocolo y la estética de una monarquía.
En conclusión, que viendo lo visto, yo me quedo con la monarquía parlamentaria como el mejor de los sistemas posibles para nuestro país.

Photo: http://luisromanmendoza.blogspot.com.es/2012/04/14-de-abril-dia-de-la-monarquia.html

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