¿Se acuerdan de esa película de Lars Von Trier, Bailando en la oscuridad, en la que Bjork baila en una fábrica? Si esta escena:
El caso es que una de esas me encontré el otro día en una cafetería. Me pongo a mirar la carta y me topo con esto:
Si, me froté los ojos para asegurarme que era correcto lo que leía.
¿Y no puede haber café sin baile?, pregunté antes de optar por el carajillo.