jueves, 22 de agosto de 2013

Excursión por Miranda

Siempre vale la pena pasear por Miranda, recorrer sus caminos; acercarse hasta El Forcón o ver Avilés desde la lejanía. 
En cualquier paseo, se topará con la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Como mandan los cánones, en la fachada principal aparece el santo de la parroquia.



Viste el hábito de dominico, orden religiosa que fundó el santo y se encuentra en plena predicación, una de las virtudes que cultivó, una de sus virtudes. Si el visitante se fija bien, existe un detalle que llama la atención:




Sí, un perro con una especie de látigo en la boca. Se cuenta que su madre, la beata Juana de Arza, sufría durante su embarazo pesadillas en las que salía un perro. Temiendo que fuese algo malo, consultó y le indicaron que el perro hacía referencia a las futuras virtudes de su hijo: sería un fustigador contra el diablo y el pecado. De ahí su presencia al lado del santo.


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