viernes, 6 de enero de 2012

El PP asturiano inicia su cambio

No cabe duda que las formas y modos de ser de Mariano Rajoy lo convierten en un personaje poco corriente en la política española. Sus palabras nunca son en vano y, cuando dice algo, se compromete con ello hasta el final. Incluso, como sucedió con la dimisión de Francisco Camps, invitando a que sea la otra persona la que de el paso con argumentos.
Viene todo esto a raíz del nombramiento de Gabino de Lorenzo como nuevo Delegado del Gobierno en Asturias en una jugada magistral por la cantidad de piezas que encajan con la decisión de Jorge Díaz Fernández, ministro del Interior y persona de estrecha confianza del presidente Rajoy, dato que no se puede olvidar.
Por una parte, se lanza un derechazo contra la mandíbula de Francisco Álvarez-Cascos, que lleva meses cortejando al PP. Sí, el diputado Sostres votó la investidura, pero el representante del gobierno en Asturias es una de las personas más beligerantes contra el gobierno de Foro Asturias. Habrá cooperación institucional, pero el camino iniciado por Cascos no tiene vuelta atrás y Rajoy le pasará su factura. 
Al tiempo, el todavía alcalde de Oviedo logra una salida digna después de una victoria electoral en mayo que, por la pérdida de votos y concejales, implicaba un duro castigo para el regidor. Y puesto que no indicaba que él iba a iniciar la renovación, se le centrífuga para que no se queje.
La decisión también certifica el fin de la época de Ovidio Sánchez al frente del PP asturiano con más pena que gloria ante Madrid. Ya le hicieron un feo cuando anularon su aspiración de ser eurodiputado. La recompensa es ser diputado en Madrid y que se porte bien. Todo el mundo daba por hecho que Sánchez sería el delegado del Gobierno en Asturias tras la victoria de noviembre, culminándose, de esa manera, una forma de ver la política en la que prima la profesionalización de los gestores que el proyecto que presenten ante la sociedad o sus resultados. Sin embargo, Sánchez le toca seguir en la carrera de San Jerónimo, siendo méritos para repetir dentro de cuatro años.
Con este panorama, ya queda todo despejado para que Isabel Pérez-Espinosa se consolide como la nueva referencia del PP en Asturias para los próximos años. Ella fue la elegida por Madrid hace un año en el complejo proceso para la designación de un nuevo candidato y, si las bases la avalan en el próximo congreso regional de los populares, será la que lidere el cambio que permita la reconstrucción del centro derecha en Asturias.
Desde mayo, Pérez-Espinosa no ha parado de trabajar. Ha formado su equipo y marca, con las dificultades propias de tener sólo las potestades del portavoz parlamentario, la agenda del PP. Es ella quien ha defendido la necesidad de intentar pactar unos presupuestos para Asturias que sean creíbles y gestionables, incluso apoyó la decisión de la Junta Local de Gijón de respaldar los presupuestos de su ciudad. Génova la tiene en cuenta y escucha sus propuestas, como la de repescar a Mercedes Fernández para el parlamento español, a pesar de las reticencias que despertaba, y aún despierta, en Madrid.
Con el nombramiento de Gabino de Lorenzo, el mensaje es claro: el PP inicia su cambio y conocemos la persona que lo liderará.

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