Ya conocemos el programa de la inauguración del Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer. Sinceramente, me ha decepcionado. No me esperaba un contenido tan pobre. Sobre todo a raíz de las declaraciones que habíamos escuchado a Natalio Grueso. Mi impresión es que se trata de salir del paso, como si el asunto les quemase entre las manos. No veo el aire de fiesta, el sentido de chupinazo que debe tener una celebración de este tipo. No aparecen ni fuegos artificiales. Incluso, si se fijan, en el sábado no aparece ninguna referencia a la presentación del Film Center que habían anunciado.
La inauguración del Teatro Palacio Valdés fue mucho más brillante y arriesgada.
Pobre, muy pobre.
Si esto es el aperitivo, mejor callar y esperar tiempos mejores.
Nos toman por gilipollas, es mi resumen.