viernes, 7 de enero de 2011

Justo Ureña

La muerte de Justo Ureña deja a Avilés sin uno de sus personajes singulares, un tipo irrepetible, como se ha dicho durante estos días en diferentes ocasiones. Su forma de ser le convirtió en protagonista de numerosas anécdotas, algunas de ellas recogidas en estas islas pero que, sobre todo, revelaban datos básicos de su carácter: su amor por Avilés, su pasión por la historia y un sentido del humor desbordante.
De una personalidad intelectualmente poliédrica como la suya, me quedo con su carácter, la amabilidad con la que atendía a todo el mundo, su sentido del humor, en la más pura tradición asturiana, siempre preparado para una respuesta socarrona... 
Justo Ureña era todo un caballero y la mayor lección que nos deja a los avilesinos es que se puede andar con caballerosidad por la vida sin renunciar a los principios.
Descansa en paz, Justo. 

3 comentarios:

  1. A Don Justo no lo conocí en persona. Pero disfruté de sus libros y de sus ponencias.

    Recuerdo que le pedí a mi madre que le acercara el libro de Avilés y sus Calles que había deborado con pasión y que él devolvió con su firma y con algo así como "espero que los disfrutes a pesar de sus errores".

    Maestro de los que ya no quedan.

    Un abrazo.

    Braña.

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  2. Se le va a echar mucho de menos. una pena

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  3. Sí, una buena persona, una especie de abuelo, en el buen sentido de la palabra, que compartimos todos los avilesinos. Supongo que este cariño que ha recibido la familia les ayudará a superar su marcha.

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