Hace tiempo me aconsejaron que estuviese atento a los Vinos de Castilla y León, una región amplia con varias denominaciones consolidadas como Rueda o Ribera del Duero. El caso es que me olvidé de la recomendación hasta que hace unas semanas probé Dolfos, nombre comercial de un vino que venía bajo esa etiqueta genérica de Vinos de Castilla y León.
Ni yo ni ninguna de las personas que compartíamos la mesa somos entendidos en vino, pero el caso es que lo disfrutamos, nos gustó mucho. Carece de la consistencia de los Riojas clásicos, es un vino totalmente diferente. El que probamos es un tinto ligero, muy afrutado, que ofrece numerosas sensaciones en la boca. Me atrevía a decir que es un tinto muy femenino. ¡¡Lástima no haber apuntado el año de la cosecha!! En todo caso, es un nombre a seguir a ver si mantiene esa calidad.