lunes, 4 de enero de 2010

El ejemplo de Joan Laporta

Joan Laporta es todo un ejemplo. De como lo que podría ser una trayectoria ejemplar de dirigente deportivo va a recordarse como un aspirante a político con ganas de titulares baratos; de la imbecilidad humana por encima de los hexacampeonatos, de la mejor manera de hacer olvidar una temporada deportiva de leyenda por unos sentimientos nacionalistas con aires xenófobos; de cómo gestionar los sentimientos colectivos para que lo que debería ser un reconocimiento generalizado hacia una entidad deportiva se convierta en un mohín despectivo por sus dirigentes.
Espero que pasen varias generaciones hasta encontrar a otro imbécil de este tamaño.

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