domingo, 22 de noviembre de 2009

La Misa por Franco

Nací en 1971. Así que, por motivos históricos, mi relación con el franquismo fue mínima. Tampoco participe activamente en la Transición ni me manifesté para pedir libertad y amnistía. Cosas de la edad. Disfruto de estas ventajas gracias al esfuerzo de otros y a pesar de algunos.
Mi relación con el antiguo régimen es meramente intelectual. Fundamentalmente la debo a lo leído y lo visto en películas. La única experiencia vital que me retrotrae a esos años en los que media España era prisionera de la otra media son las celebraciones del 20-N. La Misa por Franco y José Antonio, los homenajes y los cánticos fascistas.
Me ha tocado vivirlas en Pamplona, en Zaragoza, en Madrid y en Avilés. Y siempre me queda la misma sensación de haberme librado de una época oscura, de una minoría violenta y con escasas luces, siniestra; ladrones de templos y enemigos de la inteligencia, zafios y brutos.
¡¡De buena nos libramos!!

Ya tenemos obispo

¡¡Aleluya, aleluya!! ¡¡Los asturianos ya tenemos obispo: Don Jesús Sanz Montes!! Tomará posesión el próximo 30 de enero, si se autoriza la fecha por El Vaticano ya que excedería los dos meses en los que debe culminar el traslado.
La noticia es buena para toda la Iglesia de Asturias en cuanto que termina el periodo de sede vacante y la organización eclesial retomará su normalidad. Personalmente, espero lo mejor de don Jesús Sanz Montes. Es un hombre de nuestro tiempo. Es suficiente ver la información que facilita la web de su diócesis sobre el nombramiento. Su diseño es mucho más sobrio que la página de la Iglesia asturiana, incluso me atrevería a decir que feo por lo oscuro y amontonamiento de elementos. Sin embargo, encontramos mucha más información y más útil. Es decir, que sabe aprovechar las nuevas tecnologías para su labor pastoral.
Su primera carta a los asturianos demuestra algunos rasgos de su personalidad, como su humor y sinceridad. Así, no le duelen prendas en reconocer su ignorancia de Asturias con una fina ironía: "Al pecado de desconocer Asturias, Dios me ha impuesto la penintencia de conocerla profundamente". Así viene, con ganas de trabajar y ser uno más de la Iglesia asturiana. Ya ha anunciado que retomará el Sïnodo. Otra buena noticia.
De momento, tan sólo desde fuera de la Iglesia se han levantado voces críticas. Sin duda, una buena señal. Ladran, luego cabalgamos.
Y me apunto un tanto. El 9 de julio de 2008, hace más de un año, en estas islas ya comentábamos que su nombre como seguro sucesor de Don Carlos Osoro.

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