La promoción la ha querido presentar como una de las películas que transforma la ciencia-ficción, algo así como sucedió con Matrix o Blade Runner. Mentira, aunque no deja de ser cierto que Distrito 9 tiene su gracia y aporta una visión nueva a todo ese subgénero de extraterrestres que contactan con los humanos.
La historia es sencilla: en Johanesburgo aparece una nave extraterrestre. El gobierno confina a los alienigenas en una zona, el distrito 9, y crea una agencia para un trato que, desde luego, no tiene nada de humano. Y no cuento más porque destripo la película.
El planteamiento es original y la película es entretenida. Con todo, la escritura tiene todas las trampas del mundo. En ese sentido es muy decepcionante. Por ejemplo, la película empieza con la llegada de la nave y, avanzada la historia, te enteras de que han sucedido 20 años, sin que en ningún momento se aportase esa información. De igual forma sucede con el punto de vista del narrador. No existe ningún problema en que cambie, pero es aquí cambia siendo el mismo narrador y eso es hacer trampa. Porque el que graba un reportaje no puede saber lo mismo que el periodista de televisión que retransmite en directo o la propia historia.
A pesar de esos, os recomiendo que veáis la película.