miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ideas, que no hechos

Dos reflexiones de ayer sobre la crisis económica me llaman la atención. Por sus protagonistas y por su distancia, física e ideológica. Ben Bernanke, presidente de la FED, considera que la parte más dura de la recesión ha terminado y que es el momento de abordar las reformas de los cimientos de la economía, introducir cambios sustanciales.
En el otro lado del tablero, Ignacio Fernández Toxo, secretario general confederal de Comisiones Obreras, habla de que la crisis continuará durante 2010 en España y que es necesario abordar reformas necesarias para superar la situación.
Entre ambos, la ruptura del llamado diálogo social y la dificultad que tiene patronal y sindicatos para alcanzar acuerdos.
Y, a todo esto, uno se pregunta que tal vez deberemos asumir un cambio en las condiciones de juego para los trabajadores, asumir una regulación donde sea más barato el despido, incluso llegar a liberalizarlo y, al tiempo, generar una malla de protección social para los que quedan sin ingresos fijos.
De esta crisis, hemos aprendido que las finanzas ya son globales y que algunas economías tienen capacidad de influir en todo el planeta. Y, en ese terreno de juego, algunos actores, como las actores, deben jugar en las mismas condiciones, aunque supongan un cambio y la pérdida de derechos de los trabajadores. Habría que reflexionar si vale la pena asumir ese riesgo si con él, el escenario de los actores (los países) sale fortalecido. Lo apunto como elemento para la reflexión.

Foro de Diplomacia Cultural

El Foro Mundial de Diplomacia Cultural que durante estos días se celebra en Avilés puede que sea el acontecimiento más importante de Asturias de las últimas décadas, superando incluso a los premios Príncipe de Asturias. Estos no dejan de ser una pasarela de autoridades, personalidades de cultura y viejas glorias en un escenario de lujo, donde la ciudad, Oviedo, se convierte en un escenario, no en un participante más.
El Foro es todo lo contrario. El listado de invitados, accesible en la web del Instituto Aspen, quita el hipo y, además, llegan dispuestos a relacionarse con la ciudad, a convivir con ella durante su estancia, a demostrar lo que puede significar el Centro Niemeyer.
Un buen gancho en la mandíbula de sus críticos. Con que el Centro Niemeyer logre organizar al año una actividad similar, habrá cumplido de sobra sus objetivos. No sólo por el movimiento que genera en la región y en Asturias. Albergar un acontecimiento de esta dimensión obliga a la ciudad a crecer, a sacar lo mejor de sí para estar a la altura de unos visitantes que, comentaban ayer, disfrutan de la ciudad, a crecer con ellos, no para ellos. El Niemeyer ya comienza a transformar a la ciudad.
Dou you like the city of Avilés? Yes, I love it.
¿Verdad que suena bien?

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