domingo, 24 de mayo de 2009

La muerte de los dinosaurios

Cuando Gutenberg inventó la imprenta, no sólo favoreció la reproducción rápida de uno de los objetos más bellos y más útiles de la humanidad: el libro. El sistema de producción instauró un sistema piramidal en la transmisión de los conocimientos, una jerarquía que se mantuvo con el tiempo y donde el aprendiz de la imprenta se transformó en los redactores de los periódicos, el capataz en los mandos intermedios y el dueño del taller en el director o editor.
Ese paradigma vertical ha sido dinamitado con Internet, que dinamita las jerarquías y plantea una estructura horizontal, donde el poder se debilita frente a la autoridad de los conocimientos y habilidades de cada persona, la autoridad que concede la polis de lectores a las firmas/equipos que más simpatizan con su ideología o le ofrecen contenidos de su interés.
El gran problema de los medios de comunicación es enfrentarse a un nuevo ecosistema informativo, a una nueva de difundir la información que nada tiene que ver con la que hemos respirado durante siglos hasta asumirla como algo natural.
Internet no es el problema. Internet es un medio. El problema son los dinosaurios que deben adaptarse a un nuevo mundo, a una nueva forma de relacionarse con sus clientes y en la circulación de la información. ¿Lo lograrán?

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