Recuperando nuestro ritmo normal, abrimos ahora el plazo para la convocatoria de nuestro querido premio San Pancracio, con el que reconocemos las trayectorias de personas o instituciones por las que sentimos admiración, reconociendo su trabajo. O, como segunda opción, tratamos de desagraviar a aquellas personas o instituciones que han sido injustamente tratadas. En marzo ya se planteó la justicia de hacer candidato a Carlos Antuña, reconociendo su compromiso empresarial con la rehabilitación y recuperación del centro histórico de Avilés. Ahí queda esa candidatura. Y yo propongo a la Conferencia Episcopal Española, por la injusticia con la que es tratada.
La recepción de candidaturas se cierra el sábado y, Dios mediante, el domingo abrimos la votación.