lunes, 9 de marzo de 2009

Calatraveando

Ya dije que no me gustaba el edificio de Calatrava hace bastante tiempo. Después de verlo y recorrerlo, tampoco me gusta el Centro Comercial Buenavista. No tengo ningún perjuicio contra las centros comerciales. Como consumidor, prefiero tener más donde elegir, mayores territorios donde buscar, aunque, muchas veces, uno no hace más que caminar por desiertos.
En este caso, el centro me parece mal diseñado. Uno tiene la impresión de que Santiago Calatrava pensó un proyecto y lo plantó allí, sin saber su finalidad. Es un centro complicado de recorrer, bastante mal señalizado y donde la única ventaja es que tenemos el apeadero de Llamaquique a cinco minutos, con lo que podemos llegar sin atascos.
Por suerte, hay algún comercio de interés, aunque tengo que hacer una visita más detallada a Bertrand.

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