La dimisión de Mariano Fernández Bermejo ha aportado un elemento nuevo a la política española. Por primera vez desde Antoni Asunción alguno se da por aludido en su gestión. Sólo que Asunción tuvo la dignidad de reconocer la responsabilidad al momento, mientras el ahora diputado Bermejo lo hace de forma vergonzante y vergonzosa por el retraso. Más aún, cuando después de ver los informativos no se sabe si dimitió por una causa (a saber: ir a cazar sin licencia; cazar con el juez Baltasar Garzón de compañero de montería, sublevar a los jueces o la incapacidad manifiesta para sacar adelante la nueva oficina judicial) o por la combinación de las ya dichas en un cóctel de mediocridad al que tan aficionados nos tienen nuestros políticos.
Mientras éste se va, escucho a Leyre Pajín en el Telediario de La 1 reclamar la dimisión de Mariano Rajoy. Parece que estamos en temporada para cazar marianos.
Hasta el momento, Leyre Pajín siempre me ha parecido una mujer inteligente. Aunque estoy por dudarlo. Lo mejor para los socialistas que la continuidad de Rajoy. Un tipo con suficiente capacidad para mantener unido al Partido Popular, pero incapaz de ganar unas elecciones generales. José Luis Rodríguez Zapatero es el principal valedor de Rajoy porque le concede una tranquilidad que no se paga ni con las urnas.