Ya, es lo malo de comentar películas con tanto retraso. O llega tarde o va sobre seguro. Habrá tiempo, espero, para columpiarme. Como ya todo el mundo ha dicho que se trata de una obra maestra de los Coen, que Brad Pitt está genial como adolescente imbécil, etc, etc, voy a apuntar una lectura que, por lo menos, yo ni he escuchado ni he leído.
Aunque es una comedia, la aborde en otra clave: una película moral, donde el humor es la cirugía para destripar la sociedad estadounidense, la paranoia en la que viven después de 11-S, la obsesión por la seguridad y la crisis abierta en las relaciones sociales, vacías en lo personal y que tratan de reforzarse mediante lo colectivo (como se ve en la fiesta de antiguos alumnos).
La disfruté como un enano y la recomiendo vivamente.
Me gustan muchísimo los Coen desde siempre, pero "Quemar después de leer" me pareció un desastre de película. Sin la más mínima gracia y sintiendo completa vergüenza ajena por Brad Pitt.
ResponderEliminarAún no la he visto, pero estoy en ello, porque los Coen, en su faceta satiríco-burlesca (Arizona Baby, El gran Lebowski, Oh Brother...) me encantan.
ResponderEliminarNada, Velda, pues cuando la veas ya mediarás, porque Daniel y yo no nos ponemos de acuerdo. Me mantengo en mis trece, Pitt hace de joven tonto y por eso esa imagen. Yo, incluso, me atrevo a hablar de escritura metacinematográfica ya que los personajes de Pitt y Clooney no se relacionan en nada con sus roles habituales y su representación icónica en la sociedad. De ahí una ironía en la que utilizan elementos ajenos al discurso cinematográfico en sí, pero presentes en la realidad cultural de Occidente.
ResponderEliminarPero, Tila, ¿qué le has puesto hoy al café?
Me partí de risa viendo esta película. Y precisamente es tan gracioso por lo absurdos que son los personajes. Yo creo que es exactamente la imagen que tenemos los europeos de los americanos: unos cabezas huecas!
ResponderEliminarA mí el que más me gustó fue John Malcovich, foco del chantaje y con los nervios a flor de piel...