Tardaba en llegar la polémica a los premios Príncipe de Asturias. En este caso, con el Premio de Comunicación que, según se comenta por la red, se llegó a votar hasta siete veces. El caso es que el buscador Google no parece el más acertado. Cierto que tito Google es el más usado en la actualidad, pero antes lo fue Yahoo y, en la actualidad, el propio Yahoo y otros nuevos (como Ask, que aunque lo probé no me terminó por convencer) luchan por romper el monopolio. No vamos a negar que sea un buen buscador, pero otros productos han contribuido a divulgar mucho más Internet, como el difunto Netscape.
Pero, sobre todo, se trata de un premiado que mancha un palmares donde se debe recoger el esfuerzo por la excelencia, la defensa y promoción de determinados valores democráticos. Y Google tiene en su historial puntos negros como la colaboración con las autoridades chinas que se ha traducido en la represión de internautas. Suficiente para descalificarlo, pues la libertad se defiende entera o no se defiende.
Pero, sobre todo, se trata de un premiado que mancha un palmares donde se debe recoger el esfuerzo por la excelencia, la defensa y promoción de determinados valores democráticos. Y Google tiene en su historial puntos negros como la colaboración con las autoridades chinas que se ha traducido en la represión de internautas. Suficiente para descalificarlo, pues la libertad se defiende entera o no se defiende.