sábado, 5 de abril de 2008

El viaje de Peña

Sic transit gloria mundi... Hace unos días, elogié a Manuel Peña por portarse como un caballero en su defenestración: acudiendo al Pleno, dando la cara en público, defendiendo a sus compañeros. Sin embargo, Manuel Peña demostró tener menos fuerza y empuje que la gaseosa. El valor de esos días se transformó en una actitud esquiva para reunirse con Constantino Álvarez y representar uno de los papeles más difíciles de cualquier político, es decir, asumir su pérdida de poderes.
Con todo es una actitud humana y comprensible. A nadie nos gustan los tragos amargos, Pero lo del viaje a San Agustín de La Florida como representante del PP es harina de otro costal, ético me atrevería adjetivar. Y lo que antes era caballerosidad ahora se transforma en mediocridad. Porque presentarse como representante del PP con la que cayó... Lo más digno sería no ir, renunciar al viaje y ahorrarse el jet-lag. Pero lo más cruel es que el PP avilesino había decidido no ir en un intento de reclamar austeridad. La alcaldesa representa a todo el Pleno, a toda la ciudad; y el que quería ir que se pague su viaje. Un planteamiento que, en su día, aceptó Manuel Peña. Sí, es lo que comentan los populares. Lo aceptó hasta que le quitaron la dedicación exclusiva, la plaza de garaje y lo condenaron a regresar a su vida anterior.
Sic transit gloria mundi...

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