miércoles, 12 de septiembre de 2007

Arranca Gran Hermano

Arranca una nueva edición de Gran Hermano. La buena noticia para Tele 5 es que rozó el 30% de cuota de pantalla, un porcentaje que asegura la rentabilidad y una nueva hornada de friquis que, en unos meses, llenarán las tertulias televisivas y presentaciones por todas España. Para mí, la buena noticia es que no conozco a nadie que haya visto ese primer programa. Ni los familiares más cercanos ni en los amigos, nadie se asomó a lo que venden como un experimento social pero que no deja de ser bazofia televisiva, bien hecha pero bazofia por la vulgaridad de su contenido y pensar que nos puede interesar la vida de unos cuantos sujetos encerrados en un plató durante 24 horas.
Sin embargo, estoy algo, o bastante, equivocado, porque una buena parte de la población española ha visto ese programa. Y en la próxima churrascada familiar, el tío Arsenio nos comentará algo del programa y todos sabemos que el tío Arsenio es una persona muy seria.
Gran Hermano debe este éxito que rejuvenece un formato a punto de morir a la situación económica. Sin subida de tipos de interés, el programa no tendría éxito. Porque el tío Arsenio y muchos que se sientan para ver el programa son personas normales, apuradas con el pago de la hipoteca y que ven a gente tan normal como ellos, pero haciendo el ridículo para salvar la subida del euribor. Y eso sí que es estar fastidiado. Así que el tío Arsenio se alegra y sigue para adelante con la tranquilidad de que otros otros comen las mondas de sus patatas y siempre tendrá un gran hermano donde caerse muerto.
Es lo que pienso.

Lo de Arthur Miller

Creo que en esta bitácora ya he recomendado alguna vez Tierralibertad. Y, si no lo he hecho, lo hago ahora. Aunque sea tan sólo por el artículo sobre la ocultación que hizo Arthur Miller de su hijo discapacitado. Desde que se conoció la noticia, ha sido la primera persona en calificar al escritor de la forma correcta: miserable. No se lo pierdan.

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