Basta ver la prensa de hoy para comprobar que la visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Asturias va a traer cola. Y mucha. Supongo que, después del adecentamiento bestial que se ha hecho a la zona, el resto de concejos periféricos de Asturias, y también de España, mandarán invitaciones a La Moncloa. Es más, desde aquí propongo una Ley de Vacaciones del Presidente del Gobierno, para que en Semana Santa y Verano vaya recorriendo parajes ignotos de España. De esa manera, el pueblo de turno se verá beneficiado por unas obras de mantenimiento que nunca llegaban y el resto de españoles conoceremos la belleza sin par de Zalacaín de la Serena o Madroños del Acornoque, provincia de Badajoz.
Y, después, claro está, al dueño de la casa. En un par de días cambió hasta el somier y metió nueva decoración. Ya veo a los anteriores inquilinos llamando al abogado para presentar una denuncia por daño moral y reclamar una indemnización porque, o bien ellos no disfrutaron de lo mismo que el Zapatero pagando igual cantidad, o bien tratan de manchar su honor dando una imagen de bárbaros. Aunque siempre se puede decir que la culpa fue... Sí, de ese, del que tiene toda la culpa.
Después del chiste, bienvenido a Asturias y que disfrute de estos días, señor presidente.