miércoles, 14 de marzo de 2007

El calendario de Rajoy

Con la manifestación del pasado sábado, Mariano Rajoy abrió un doble calendario electoral para su partido: precampaña de las elecciones generales y campaña de las municipales y autonómicas. Con el primero demuestra cierta inteligencia: es mejor tener a sus barones atacando a ZP que ociosos en casa, ya que siempre se pueden volver contra uno. Y, de paso, aprovecho el tiempo para asumir el control de la maquinaria interna del partido. Los cambios tranquilos siempre son más digeribles. El único problema es saber si la organización puede soportar una precampaña de un año, ya que la fecha electoral la marcará el gobierno, no ellos. Han iniciado un camino con muchas incertidumbres que pueden volverse en su contra. Es el riesgo de la Beau Geste.
Para las autonómicas la cuestión es más fácil. Existe fecha (27 de mayo) y calendario. Con lo que todos pueden trabajar con cierta tranquilidad. En Asturias el PP respira victoria después de ocho años de travesía del desierto. No sé si es porque su terapia de grupo ha sido muy efectiva o porque son ciertos esos rumores que hablan de encuestas secuestradas por el gobierno que acercan a Ovidio Sánchez a la mayoría absoluta. Lo cierto es que, en los últimos meses, Ovidio da una sensación de presidenciable en las ruedas de prensa que nunca había sentido antes. En su primera campaña, en plena crisis, era la imagen del boxeador que subía al ring sabiendo que debía encajar una buena paliza y mantener el tipo, como así fue. En la segunda, me daba la imagen de que iba para ver qué pasaba. Y dio un buen susto. Ahora está convencido de que será el próximo presidente del Principado y se porta como tal. Una imagen que convence a su propio equipo. Incluso su discurso comienza a ser diferente: incluyen propuestas, acciones de gobierno y explican cómo las van a hacer. No sería una sorpresa verlo ganador.
Mientras, en el gobierno se incrementan los problemas. IU tiene bastante con su cirio interno y la nueva situación de cada uno después de las elecciones. Son el único partido que cambia de cabeza de lista y Jesús Iglesias es diferente a Valledor. Y comienza a verse. Saben que no van a ganar, pero sus aspiraciones de mejorar diputados les obliga a pensar en clave de gobierno y en qué negociar en el próximo pacto, si es posible.
El problema más gordo lo encuentro en el PSOE. Vicente Álvarez Areces comienza a estar amortizado después de una larga y fecunda carrera. En la calle encuentras a muchos votantes socialistas hartos de él y su imagen de "mejoralcaldedegijón" que le han colgado, no sin cierta injusticia. Entre los errores de este mandato se encuentra su inexistente política informativa, pues apenas se ha vendido la gestión realizada, con importantes consejerías (por ejemplo Salud) en el sueño de los justos durante buena parte del mandato, aunque ahora aparecen con prisas. Los grandes proyectos en marcha se encuentran revendidos y cuando surgen nuevas ideas (la ordenación de la zona central) la crítica llega desde las propias filas. Y luego está la posible influencia de la política nacional en los comicios... Los socialistas siempre han presumido de contar con la mejor maquinaria electoral de España y, desde luego, este año, deben demostrarlo porque, si ganan, no les será fácil.

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