lunes, 5 de marzo de 2007

El corazón de las ruinas (y 3)


¿Cuanto tiempo llevaré esa placa fijada ahí, a la entrada de la plaza por la plaza de Pedro Menéndez? El óxido y las letras borrados nos hablan de años. ¿Fruto del anterior régimen o de la República? Ahí sigue, rígida, seria, haciéndose respetar, pues no hay muchos anuncios pegados en el callejón.
Es diminuta, hay que fijarse en ella. La colocaron en un lugar alto, para evitar agresiones y retiradas malintencionados. No hace falta gritar mucho para hacerse respetar.

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