domingo, 28 de enero de 2007

La lista del PSOE

No tenía pensado escribir de la candidatura socialista. José Luis Orihuela afirma que una de las características de la bitácora es el diálogo entre el blogger y la gente que lo lee, y puesto que un anónimo de forma educada me pide mi opinión, pues voy a opinar.
La presentación corresponde a una estrategia informativa y de tranquilizar el redil, campo donde Álvaro Álvarez es muy hábil. Las listas siempre generan problemas en el gobierno. Hay concejales que llevan muy mal eso de ser prescindibles. Levantar las cartas genera el ánimo. Además, de esta forma el PSOE se asegura un impacto mediático un domingo, día de máxima difusión. La asamblea será el próximo viernes,con lo que la lista se publica el sábado y el domingo tienes a Peña criticándote en la prensa. Así que pasas al ataque, presentas los primeros puestos un sábado para ganar ese domingo y, el día después de la asamblea, vuelves a salir.
Los trece nombres responden, en parte, a esa estrategia. Es, además, el número mágico de la mayoría absoluta, que el PSOE no logra desde el 81, con los 17.
Los que se van
La renuncia más importante es la de Santiago, después de casi 24 años en el Ayuntamiento. En cierta manera, representa el drama de muchos políticos de nuestra democracia. La Transición les llevó a la actividad pública muy jóvenes y, cuando alcanzan su madurez, ya están muy quemados. Santiago es un buen alcalde, aunque le sobra ese "puntín" de soberbia y chulería que le sale cuando las cosas no suceden como a él le gustarían, un aire de prepotencia que tiene en algunos momentos y que le perjudica.
La salida de Soberón estaba cantada. Tras la muerte de su mujer, presentó su dimisión, pero le convencieron para que terminase el mandato. Soberón ha sido uno de los grandes concejales de las dos últimas corporaciones. Al igual que un equipo de fútbol, o de baloncesto, en un gobierno necesitas concejales para determinadas posiciones. Existe un trabajo menos vistoso, pero efectivo, como si fuese un buen defensa. Ese es el que hizo Soberón y que no es fácil desempeñar porque hay que meter muchas horas y hablar mucho con los vecinos. Se le echará en falta.
María Victoria González no dudaba en comentar que el discurso de la limitación de mandatos, al margen de todas sus deficiencias, había calado entre la gente y los partidos debían asumirlo. A tenido la coherencia de dar un paso al frente y marchar al cumplir ocho años, aunque podría seguir en política. En servicios sociales demostró habilidad (evitó un revés para el gobierno con el plan de realojamiento de chabolistas con una gran maestría) y este mandato ha tenido la virtud de llenar de contenidos una concejalía inexistente y, de paso, hacer una gran labor para su partido con el programa de participación social.
La marcha de Judit Flórez me sorprende. Después de ocho años lidiando con los sindicatos municipales, se merecía un premio en el tercer mandato. Arreglar la organización municipal es compleja y por lo menos lo intentó.
Rosa Serrano llegó como una de las grandes promesas y no cumplió con las expectativas. Hizo más de lo mismo en una concejalía de Fiestas que siempre es una de las más difíciles. Todos tenemos una idea de las fiestas, aunque sólo uno decide. Gobernar así no debe ser fácil, pero el último San Agustín me pareció muy mediocre. Al margen de sus rifares con la Maniega, se la notaba falta de ilusión y sin chispa.
Los que siguen
Pilar Varela es la candidata. La perjudica el "belenazo", pues, por mucho que digan, da la imagen de segundo plato antes que de primera elección, que era lo que se merecía. Aún va un poco tierna para liderar una candidatura, pero su capacidad de trabajo y cercanía pueden permitir que de la sorpresa si logra ser la primera alcaldesa de Avilés.
Es normal que Alfredo Iñarrea vaya de dos. Políticas de igualdad al margen, después de haber arreglado los goles del Plan General, ahora toca ponerlo en marcha y cuenta con el prestigio suficiente para hacerlo.
Hasta el momento, Ana Concejo no demostró nada como concejala. Álvaro Álvarez confía mucho en ella y, en el próximo mandato, el resto de avilesinos tendremos que saber los motivos. Luis Ramón Huerga ha ido creciendo políticamente como concejal. El próximo mandato debe ser su consagración o quedar ya como eterna promesa. Confío en sus posibilidades.
Me sorprende la continuidad de Román. Es un buen gestor, pero un mal político. Le puede el ego y su falta de cintura política se aprecia en situaciones como la construcción de la "boina" del Marcos del Torniello. Sin que el Ayuntamiento fuese responsable de nada, terminado pelado e insultando a la comunidad educativa de un barrio como Versalles que tiende a votar a la izquierda. Supongo que sus diarios serán muy interesantes, pero hace un mandato que ya debía estar disfrutando de su prejubilación.
Los que entran
No tengo ninguna referencia de Aída Rodríguez ni de Yolanda Alonso. A Raúl Marquínez, aunque sólo sea por ser vecino de barrio, lo conozco bastante. Lo veo como una bomba, aunque no sé en qué sentido: si para bien o para mal. Teófilo hará un buen trabajo. Ana Hevia es de esas personas que no le cuesta decir lo que piensa, aunque luego le traiga disgustos, muy cercana a la calle.
Paula Bartolomé llega desde la empresa privada (L'Azagaya). Es una persona trabajadora, aunque no sé cómo llevará la adaptación a la vida municipal.
Juan Domínguez, funcionario de la Junta General del Principado, es un tipo especialmente brillante. Se le puede incluir en la Tercera Vía, pero es una persona con criterio, que dice lo que piensa a todo el mundo y que puede tener una brillante carrera política. Es una persona a seguir.
De Lalo Muiña tengo muy pocas referencias. Poco más que es una persona muy de partido y muy de la línea oficial. Anda metido por "Asturias opinión" y no le conozco más méritos. Es agradable en el trato y supongo que,con esta presencia, aspira a una larga carrera política.

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