lunes, 19 de noviembre de 2007

Los riesgos del elogio

Con todo esto de la mudanza, acumulando cajas y ordenándolas, no he tenido mucho tiempo para leer la prensa del fin de semana. Así que llegué tarde a la información sobre la influencia del Centro Niemeyer en Avilés. Materia de la buena: predecir lo que pasará cuando desconocemos los actores que tendremos. Olé tus narices. No sé que me sorprende más. O la estupidez del que lo encarga o el rostro de quien acepta. Aunque, bien pensando, el que lo encarga más que estúpido, nos quiere hacer estúpidos a los demás y él llevarse el incienso y la gloria.
Pero se equivoca porque el elogio excesivo denota algún tipo de patología mental o carencia espiritual que algunos podrán diagnosticar con tiempo. Y, lo que es más grave, produce un doble eclipse: de la realidad y de la importancia que tiene el Centro Niemeyer.
De lo primero, porque parece que con el Centro Cultura se solucionarán todos los problemas de la ciudad. Cuando no es cierto y la ciudad seguirá sufriendo y luchando en el mundo como todas las ciudades. El segundo ocultamiento es, precisamente, del tan anhelado efecto Niemeyer. Tanto suspirar por el futuro y se olvida de los efectos que ya tiene.El estudio se basa en una serie de encuestas a empresarios y demuestra que la obra ha generado confianza y optimismo. Y eso es positivo, porque en economía, los optimistas son los más que arriesgan, los que mejor luchan por el mercado. Y los visitantes, bienvenidos, cuando vengan. Aunque no vaya a ser como en Bilbao, donde tiendas abiertas bajo el influjo Guggenheim cerraron y los hoteles debieron bajar sus tarifas ante un exceso de oferta, de tal manera que no hacen negocio gracias a su centro cultural. La cita es del libro de Iñaki Esteban, El efecto Guggenheim (Editorial Anagrama).
Uno de los aspectos más curiosos es que el estudio se basa en lo sucedido en Bilbao y en Valencia para predecir lo que será. Sin embargo, me pregunto, si simulamos los beneficios, ¿por qué no los perjuicios? ¿Qué hacemos con las diferentes de contexto? ¿O caso es coincidencia que el visitante un millón del Guggenheim fuese una persona por viaje profesional a Bilbao, donde el museo era la anécdota, no la sustancia del trayecto? Mira que si al final genera más movimiento el Centro del Acero que el Niemeyer...
En Valencia, se denuncia la opacidad de las cuentas. En las III Jornadas de Centros Culturales tuvimos en Avilés a un profesor universitario que investiga especialmente ese tema. Aunque, claro, entonces Cultura era cosa de IU y, además de más gente, a esos congresos no iban los que ahora mandan. También en las II Jornadas se alertó sobre los riesgos de la parquetematización de la cultura, además de los miles de visitantes que llegan a la Ciudad de la Cultura pero no entran en Valencia, convirtiendo ese espacio en un a-lugar urbano, en la ciudad, pero sin relación con ella.
El citado libro de Iñaki Esteban ilustra otros efectos negativos menos divulgados. Como un informe del Tribunal de Cuentas Vasco que denunció irregularidades en las contrataciones, o los problemas en los hoteles o el peligro de la vacuidad de los contenidos...
Centro Niemeyer sí, pero, por favor, que no me tomen el pelo.

7 comentarios:

  1. Hola Fernando.

    Has coincidido en tu punto de vista con el de Luis M. Alonso el pasado domingo. Estoy de acuerdo con los dos. A mi, además de los "eclipses" y esas cosas, la aparición del estudio me ha producido inquietud. No sé muy bien la razón, pero tanto exceso me empieza a causar el efecto contrario.

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  2. Este pueblo huele a azufre, todo el mundo tiene irritación ocular y faríngea además de estornudar en salvas de 4 ó 5.
    El pasado domingo hubo avería gorda en aceralia y nosotros dándole vueltas al Niemeyer.

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  3. Coño pues ya iba siendo hora de que se fuera notando la tomadura de pelo. La maqueta del Niemeyer, la más rentable de la historia, dio hasta para ganar unas elecciones.

    Y a parte, ¿Qué demonios es eso que de nos tenemos que preparar para efectos como el de Valencia o Bilbao? Va, en serio, ningún politicastro de esos que dicen que vamos a ser la repanocha ha viajado nada???
    En Bilbao lo que han hecho que se asemeja al Niemeyer es un palacio que exposiciones, El Euskalduna (Por cierto premiado en 2002 como mejor centro de exposiciones y conferencias del mundo) y nadie va a Bilbao a visitarlo, van a ver el Guggenheim, que si no recuerdo mal tiene una dotación anual de unos 5.000 millones de pesetas para exposiciones, temporales y para aumentar la permanente.
    En Valencia cuesta hasta explicarlo. Hay que verlo.

    Y aquí el gobierno sacando pecho con una maqueta cutre, y una infografia aun más.



    P.D: Será que hoy estoy en Valencia y me creco aún mas.

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  4. Gracias a los tres por sumaros a la fiesta. Annie, mientras los tres, pues tu también coincides con Luis María, opinemos desde nuestra libertad, habrá veces que coincidamos.
    Discrepo con Javi. Seguramente va más gente al Euskalduna que al Gugga. Por cierto, pásate por la web del Euskalduna. Su auditorio es de 2.000 butacas largas...
    Cuando se supo la noticia del Niemeyer, un avilesino me comento: "El mayor peligro es que caiga en manos de los politicos locales". La frase en si es contundente, aunque después del estudio me alegro de haberle comentando que igual se salvaba alguno o alguna.

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  5. Queridos amigos, yo sigo pensando que el Niemeyer es un "castillo en el aire", y lo del aire lo expongo con doble sentido.

    Compararlo con la repercusión del Guggenheim o la Ciudad de las Artes y las Ciencias en sus respectivas ciudades no tiene razón de ser, estas ciudades tenían, tienen y tendrán otras ofertas culturales complementarias que conforman un argumento válido para visitarlas, ayer, hoy y mañana, ... ¿tenemos en Avilés capacidad y ayuda del Principado garantizada para desarrollar un proyecto de contenido sustancioso? Creo que no, creo que del Niemeyer hablaremos en un futuro como lo que pudo ser y se quedó a medio camino.

    Por otra parte soy consciente que podría ser la primera piedra para reflotar el optimismo en nuestra villa, optimismo de inversores, que es lo que hace falta, pero no nos engañemos, "una herramienta" es solo una "herramienta", y como dice muy bien Javi, ya ha cumplido parte de su misión, ganar un as elecciones.

    Mi tocayo y amigo me comentaba respecto a este tema hace tiempo que el tiempo (valga la redundancia) dará y quitará razón a unos y a otros, y de corazón espero equivocarme del todo.

    Javi, bienvenido a mi tierra adoptiva, no habrás sido tu el que ha traído las nubes?

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  6. Bueno, en este tema me toca remar contra corriente, yo siempre he creído en el “efecto” Neimeyer. Esto no quiere decir que este efecto va a ser lo que comentan desde el poder pero seguro que será más de lo que dice la oposición.
    Las comparaciones siempre son odiosas pero el edificio en si mismo tiene una fuerza como mínimo tan grande como el Guggenheim o como los edificios de Valencia y tiene una gran ventaja es mucho más barato. Desde un principio me parece que lo que perseguía el Principado con este proyecto no era exactamente lo que vendía el poder local, para unos era mucho más una apuesta esencialmente local y para los otros era mucho más. Es un elemento de un conjunto que se llama zona central de Asturias y que tiene que ser complementario de otras instalaciones como la Laboral o el Museo de Bellas Artes y más cosas que tenemos diseminadas por toda la zona. No olvidemos que desde Peñas al Pajares hay una hora de coche.

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  7. Manuel, con el debido respeto no te pongas medallas. Si lees con cuidado, tanto mi apunte como otras intervenciones no dudan de que el Niemeyer sea beneficioso para la ciudad. Ahora bien, si nos mostramos escépticos ante un estudio que parece más propio de economía-ficción que de una labor rigurosa. Ya nos gustaría que esos datos fuesen verdad, pero decir que aquí va a suceder lo mismo que pasó en Bilbao porque sí... Suena, no sé, como algo raro. Yo simplemente muestro mi extrañeza ante la neimerización del discurso político local, más aún cuando ya desde finales del anterior mandato, muchos asumen que los efectos del centro, siendo positivos, no serán tanto como lo que se dice.

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