Camino de El Retiro

A ver, esos tres lectores de Madrid que entran en este Archipiélago. Ya estáis camino de El Retiro. A comprar mi libro en la Feria del ídem, que, de lo contrario, me entra una depresión de caballo y no escribo ni ná de ná. ¡Mira que reírme yo del batacazo de Peña! Fracaso el mío, que él, por lo menos, conserva nueve concejales y 13.000 votos. Yo ni eso. Hablo con mi editora, en pleno sofocón madrileño, sudando la gota gorda y, zas, directo a la mandíbula. Ni un libro vendido, y eso que, como se venden todos los demás, en el stand del gremio ya sólo quedan ejemplares de mi editio princeps Es que, a este paso, no entro ni en la lista de los autores menos vendidos. No es que uno esperase entrar en la de libros más vendidos, pero es que quedar ahí, en el registro de los autores sin vender es muy duro, muy duro. ¿Cómo me voy a permitir ser polémico? Al final, ya me veo metiendo publicidad en el blog para financiar nuevas ediciones... Y bueno, a ver donde encuentro otra editora que me aguante como Marta. Me parece que me sobran los dedos de la mano para contar los libros vendidos.

Menos mal que el bueno de Brevers me dice que soy un genio del marketín por eso de la cuarentena. Pensaré algo este fin de semana para impulsar La soledad de los fantasmas. Así que, si alguno huele a quemado en Avilés, que no se preocupe. Soy yo dándole a la neurona.